En los dos últimos meses la pared del santuario de As Ermidas, construida sobre material de relleno se hundió medio milímetro. Este registro fue tomado con un equipo de precisión el pasado 29 de mayo, según explicó Luis Maroto Cervera, vicepresidente de la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas. La entidad fue creada para restaurar y dar a conocer el templo de O Bolo.
Luis Maroto es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, por lo que sus quejas ante la situación en que se encuentra el santuario deberían ser tomadas en consideración. 'Es una barbaridad', afirmó ayer. Recuerda que en los cinco meses y medio anteriores, la fachada había repisado -se hundió en el terreno- casi 1,5 milímetros.
El peligro de hundimiento que corre el principal templo valdeorrés se reducirá considerablemente con la eliminación de las aguas subterráneas. Hace año y medio, Maroto Cervera presentaba un proyecto para encauzar las filtraciones del subsuelo hacia el exterior. Su ejecución costará unos 60.000 euros, financiación que tiene el visto bueno de la Diputación provincial. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, los trabajos aún no pudieron comenzar.
Tras superar los tediosos y enrevesados trámites burocráticos, el proyecto fue remitido hace un mes por los técnicos ourensanos a la Dirección xeral de Patrimonio. Es una simple rúbrica, que debe estampar su titular, José Manuel Rey Pichel. Nada más confirmar su visto bueno, el Concello de O Bolo otorgará la preceptiva licencia municipal y podrán comenzar los trabajos. Sin embargo, pasan los días y este documento no llega a tierras bolesas. Ante esta demora, Luis Maroto se queja de 'la falta de decisión de la Administración'. Este diario contactó ayer con Patrimonio, interesándose por este trámite, sin obtener respuesta alguna.
No es el único escollo que se encontró la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas al tratar con la Administración. Hace dos años inició las gestiones encaminadas a inscribirla en el Rexistro de Fundacións de Interese Galego, pues actualmente esta anotada en el Registro de Fundaciones de Madrid.
Los trámites los comenzó hace dos años pero aún no se ve el final de los mismos. La petición de inscripción la tuvo que realizar el Registro madrileño al gallego, un trámite que incluso obligó a la Fundación a modificar varios artículos de sus estatutos. Pero cada documento que viaja entre Madrid y Santiago tarda cinco meses.
El pasado mes de febrero salió hacia la Xunta el expediente completo, en el que puede ser el último trámite. Sin embargo, Santiago no confirma su recepción. El problema es que mientras la Fundación no esté inscrita no podrá acceder a las subvenciones de la Xunta.
Las dificultades que superó Luis Maroto desde que comenzó los trámites de las obras fueron recogidas en un libro que hoy, a las 20.00 horas, se presenta en el Consistorio de O Barco, de la mano del Instituto de Estudios Valdeorreses.
El peligro de hundimiento que corre el principal templo valdeorrés se reducirá considerablemente con la eliminación de las aguas subterráneas. Hace año y medio, Maroto Cervera presentaba un proyecto para encauzar las filtraciones del subsuelo hacia el exterior. Su ejecución costará unos 60.000 euros, financiación que tiene el visto bueno de la Diputación provincial. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, los trabajos aún no pudieron comenzar.
Tras superar los tediosos y enrevesados trámites burocráticos, el proyecto fue remitido hace un mes por los técnicos ourensanos a la Dirección xeral de Patrimonio. Es una simple rúbrica, que debe estampar su titular, José Manuel Rey Pichel. Nada más confirmar su visto bueno, el Concello de O Bolo otorgará la preceptiva licencia municipal y podrán comenzar los trabajos. Sin embargo, pasan los días y este documento no llega a tierras bolesas. Ante esta demora, Luis Maroto se queja de 'la falta de decisión de la Administración'. Este diario contactó ayer con Patrimonio, interesándose por este trámite, sin obtener respuesta alguna.
No es el único escollo que se encontró la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas al tratar con la Administración. Hace dos años inició las gestiones encaminadas a inscribirla en el Rexistro de Fundacións de Interese Galego, pues actualmente esta anotada en el Registro de Fundaciones de Madrid.
Los trámites los comenzó hace dos años pero aún no se ve el final de los mismos. La petición de inscripción la tuvo que realizar el Registro madrileño al gallego, un trámite que incluso obligó a la Fundación a modificar varios artículos de sus estatutos. Pero cada documento que viaja entre Madrid y Santiago tarda cinco meses.
El pasado mes de febrero salió hacia la Xunta el expediente completo, en el que puede ser el último trámite. Sin embargo, Santiago no confirma su recepción. El problema es que mientras la Fundación no esté inscrita no podrá acceder a las subvenciones de la Xunta.
Las dificultades que superó Luis Maroto desde que comenzó los trámites de las obras fueron recogidas en un libro que hoy, a las 20.00 horas, se presenta en el Consistorio de O Barco, de la mano del Instituto de Estudios Valdeorreses.
