Medio Rural aplicará un tratamiento químico para evitar los graves daños que causa en los pinares
La sequía de este año afectó seriamente al rural. A las mermas de las cosechas de uva, castaña, productos de huerta y miel hay que añadir el agravamiento de la plaga de la procesionaria del pino. Tanto es así que, en los próximos días, los pinares del oriente provincial afectados serán objeto de un tratamiento químico para su eliminación. Esta actuación será similar a la que la Medio Rural realizó hace días en Monterrei.
La procesionaria afecta generalmente a pinares de zonas bajas. Sin embargo, este año no se limitó a estosparajes. "Octubre fue seco comparado con otros años y llegó a las zonas altas", explicó Araceli Giráldez, técnico del distrito forestal número 13, con sede en O Barco.
La aplicación de productos químicos para combatir este insecto no es habitual. El jefe del distrito forestal de Valdeorras, Ángel Fouces explicó que el método habitual consiste en la colocación de trampas con feromonas que facilita el Servizo de Montes. Estas sustancias se introducen en bolsas que se cuelgan en los árboles y que impiden que los machos atraídos puedan escapar. Su colocación se realiza entre de julio y septiembre y son retiradas en octubre.
Fouces explicó que la plaga lleva muchos años en los montes y hay tres métodos para combatirla: físicos, como la eliminación de los bolsones que forman en los árboles con escopeta; químicos, con este tipo de productos; y biológicos, como las trampas de feromonas.
"En estado larvario come las acículas de los pinos", explicó Ángel Fouces. Añadió que pueden provocar la muerte del árbol. Estos efectos fueron confirmados por Manuel Prada, presidente de la sociedad de montes en mano común Penaguillón, en O Barco.
La lucha contra la plaga de la procesionaria mediante métodos biológicos viene de muy atrás. En el distrito forestal número 13 aún conservan las trampas con las siglas del Icona (Instituto de Conservación de la Naturaleza), desaparecido en 1991.
