Un grupo de 19 alumnos del Instituto rues, que vive a tres kilómetros del centro, esperan 45 minutos al inicio de las clases después de bajarse del bus. La situación provocó las quejas de los padres, que reclaman una solución.
Todos los días, a las 14,10 horas, se repite la misma escena en el Instituto Cosme López, de A Rúa. Instantes después de que el timbre anuncia el final de la clase un grupo de alumnos llega a toda velocidad al lugar donde esperan los autobuses del transporte escolar. Las instrucciones del profesorado apenas consiguen frenar la loca carrera de unos escolares que no escatiman esfuerzos para conseguir una plaza en uno de los vehículos. Son conscientes de que si sus compañeros se les adelantan deberán permanecer tres cuartos de hora ante el centro, esperando a que el bus regrese a recogerlos, después de repartir a los afortunados que consiguieron colarse en el primer viaje.
Ésta es sólo la anécdota que un padre comentaba para referirse al problema de transporte que sufre este centro educativo, que obliga a los 19 escolares de los pueblos de Vilela, Somoza y Valencia del Sil a salir de casa a las 7,15 horas, mucho antes del inicio de las clases (8,30 horas). Cuando llegan al centro, deben armarse de paciencia y esperar los tres cuartos de hora que faltan para el comienzo de las clases, pues el autobús debe realizar un segundo viaje. Al finalizar la mañana, estos mismos alumnos también son los últimos en llegar a casa, 45 minutos desde de salir de clase.
Los madrugones pueden ser comprensibles en los casos de desplazamientos largos, como de los escolares que viven en O Bolo o Larouco. Sin embargo, son imperdonables si los alumnos residen en pueblos que distan 3,2 kilómetros del instituto.
Los padres, cansados de esperar, decidieron buscar una solución al problema. La asamblea de la Asociación de Padres de Alumnos decidía el viernes 28 de noviembre reclamar que se ponga fin a esta situación. Para ello pretenden comunicar esta situación a los responsables de Educación y a la empresa Monbus, responsable de este transporte.
Educación valora las posibles soluciones del problema
En invierno, deben esperar tres cuartos de hora por el comienzo de las clases, comentó la madre de un alumno. También indicó que los escolares acceden al interior del recinto educativo gracias a la colaboración del conserje. Va a propósito a abrirles, añadió.
El padre de otro alumno explicaba que al salir de clase, el autobús lleva primero a los de A Rúa, que tienen que subir rápido, pues sino el autobús se marcha. Inmediatamente, añadió que los de Vilela van en el segundo viaje.
El único autobús que transporta a estos escolares tiene una capacidad de 50 plazas, que son insuficientes para transportar a los escolares de Valencia, Somoza, Vilela, San Roque y Praza de José Antonio Míguez. Por ello, debe realizar dos viajes.
La Consellería de Educación e Ordenación Universitaria afirma tener conocimiento de este problema de transporte del instituto rues, en el que estudian 262 alumnos. A este respecto, afirman estar valorando las posibles soluciones.
Este diario intentó ayer en vano contactar con los responsables de la empresa Monbus, a la que los padres responsabilizan del problema.
Ésta es sólo la anécdota que un padre comentaba para referirse al problema de transporte que sufre este centro educativo, que obliga a los 19 escolares de los pueblos de Vilela, Somoza y Valencia del Sil a salir de casa a las 7,15 horas, mucho antes del inicio de las clases (8,30 horas). Cuando llegan al centro, deben armarse de paciencia y esperar los tres cuartos de hora que faltan para el comienzo de las clases, pues el autobús debe realizar un segundo viaje. Al finalizar la mañana, estos mismos alumnos también son los últimos en llegar a casa, 45 minutos desde de salir de clase.
Los madrugones pueden ser comprensibles en los casos de desplazamientos largos, como de los escolares que viven en O Bolo o Larouco. Sin embargo, son imperdonables si los alumnos residen en pueblos que distan 3,2 kilómetros del instituto.
Los padres, cansados de esperar, decidieron buscar una solución al problema. La asamblea de la Asociación de Padres de Alumnos decidía el viernes 28 de noviembre reclamar que se ponga fin a esta situación. Para ello pretenden comunicar esta situación a los responsables de Educación y a la empresa Monbus, responsable de este transporte.
Educación valora las posibles soluciones del problema
En invierno, deben esperar tres cuartos de hora por el comienzo de las clases, comentó la madre de un alumno. También indicó que los escolares acceden al interior del recinto educativo gracias a la colaboración del conserje. Va a propósito a abrirles, añadió.
El padre de otro alumno explicaba que al salir de clase, el autobús lleva primero a los de A Rúa, que tienen que subir rápido, pues sino el autobús se marcha. Inmediatamente, añadió que los de Vilela van en el segundo viaje.
El único autobús que transporta a estos escolares tiene una capacidad de 50 plazas, que son insuficientes para transportar a los escolares de Valencia, Somoza, Vilela, San Roque y Praza de José Antonio Míguez. Por ello, debe realizar dos viajes.
La Consellería de Educación e Ordenación Universitaria afirma tener conocimiento de este problema de transporte del instituto rues, en el que estudian 262 alumnos. A este respecto, afirman estar valorando las posibles soluciones.
Este diario intentó ayer en vano contactar con los responsables de la empresa Monbus, a la que los padres responsabilizan del problema.
