Estadística da de baja a siete personas empadronadas en una aldea de A Veiga

Los habitantes de Riomao   El Instituto Nacional de Estadística ordenó al Concello de A Veiga que siete de los 10 vecinos empadronados en la aldea de Riomao fuesen dados de baja. Falta por determinar si los tres restantes residen en el pueblo y poner fin a las discrepancias existentes en torno a los derechos sobre los montes comunales.
En el padrón de habitantes de Riomao, una pequeña aldea de A Veiga, no hace mucho que aparecían registradas 10 personas. Esta cifra se redujo a sólo tres recientemente, pues las otras fueron dadas de baja por el Concello, siguiendo las instrucciones del Instituto Nacional de Estadística, tal y como indicaron fuentes municipales.
La inclusión de una decena de personas en el censo de una aldea prácticamente abandonada como Riomao “venía de atrás”, según apuntaron esas mismas fuentes. Ahora, queda por determinar si los otros tres empadronamientos responden realmente a la realidad y sus titulares residen en la aldea, o bien si deben ser dados de baja, como sucedió con los siete casos precedentes.
La cuantificación exacta del padrón de habitantes de esta aldea permitirá resolver definitivamente las discrepancias existentes en torno a la gestión de los montes comunales. El enfrentamiento entre los propietarios de bienes en la aldea llevó a la Asociación de Vecinos Santo Tomé de Riomao a presentar una denuncia en el Juzgado de O Barco contra la junta de montes. El colectivo vecinal considera que los comuneros perdieron todos los derechos sobre los montes al no residir en el pueblo. La denuncia busca impedir la apertura de una cantera en estos montes.
Pero la junta de montes asegura que en Riomao vive un vecino y argumenta que la cantera proporcionará unos ingresos de 2.554 euros anuales que redundarán en beneficio de la aldea.
La mayoría de las construcciones de este núcleo de A Veiga se encuentran actualmente en un estado de abandono y muchas de ellas no son más que un montón de ruinas inhabitable.
Pese a ello, estos días los “carreiros” de esta aldea registran una actividad que no se observa en el resto del año. La proximidad de la campaña de recogida de castañas lleva a quienes poseen sotos en la aldea a iniciar los preparativos, pues esta actividad reporta una importante fuente de ingresos a sus familias.

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