VALDEORRAS

Las fincas con maleza serán expropiadas para trabajarlas

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photo_camera Finca cubierta de maleza en las inmediaciones de O Barco.

O Barco creará un banco de tierras abandonadas para cederlas a quienes deseen recuperarlas

 Los propietarios y usuarios de fincas abandonadas dentro de los núcleos de O Barco, o localizadas en una franja de 50 metros desde el límite  de los pueblos, se exponen a ser expropiados por el Concello. Así consta en el bando emitido por la Alcaldía para recordar que las propiedades deben estar libres de maleza antes del 31 de mayo, para evitar el riesgo de incendio. En caso de incumplimiento, el infractor se enfrenta a expedientes sancionadores y de ejecución, siendo la multa leve 1.000 euros. Además, abonará a la Xunta los gastos de extinción si hay un fuego.

La disposición de la Alcaldía va más allá de las sanciones económicas: "En canto o valor da multa, máis o traballo da limpeza sexa superior ao valor catastral da finca, a Administración poderá proceder á expropiación da mesma", dice el bando.

El alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, subrayó el escaso valor catastral de las fincas que rodean las aldeas, pues habitualmente no supera los 50 euros. Este bajo coste facilitará su expropiación por el Concello, que a partir de ese momento debería pasar a hacerse cargo de los costes de mantenimiento. Sin embargo, no será así. Las arcas municipales no asumirán los gastos, pues las propiedades expropiadas pasarán a formar parte de un banco de tierras, que será ofrecido a los vecinos que las deseen aprovechar. "Esas fincas pasan a disposición de quien las quieras trabajar. Será un banco de tierras, con pequeñas parcelas puestas a disposición de la gente", explicó el regidor. 

No es la primera vez que el equipo de gobierno socialista interviene para que las fincas abandonadas puedan ser trabajadas por familias que las necesiten, bien como una fuente de ingresos o como hobby. En el año 2013, cuando la crisis se cebaba con la economía de muchas casas, el entonces concelleiro de Medio Rural e Cemiterio, Luis Arias Fernández, ofreció las dependencias municipales para mediar entre los dueños de fincas abandonadas y los vecinos interesados en recuperarlas. Fruto de aquel proyecto, una veintena de familias ocupó huertas y, sobre todo, sotos de castaños que habían sido invadidos por la maleza.


Doce mil terrenos rodean los 23 núcleos urbanos


La mediación municipal no se limitó a los años duros de la crisis. En las próximas horas, una vecina de O Barco recibirá el aviso del Concello de que los propietarios de un terreno en Viloira se lo ceden para trabajarlo, según comentó el alcalde. Este Concello es consciente de que en el casco urbano apenas quedan fincas sin limpiar, circunstancia que no se da en la franja de 50 metros, definida por la Xunta para reducir el peligro de los incendios forestales.

"Hay muchas fincas en las que el dueño no está localizado", explicó el regidor. Solo en O Barco, donde ya fueron definidas todas las propiedades, los 23 núcleos de población están rodeados por 12.000 parcelas. Estimando que los dueños del 30 % estén ilocalizables, son 3.600 los terrenos abandonados. "¿Quién abre todos esos expedientes?", preguntó el alcalde, refiriéndose al convenio firmado por la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) con la Consellería do Medio Rural, referido al desbroce de este tipo de parcelas. Alfredo García realizó este comentario horas antes de que el Concello comience a desbrozar sus terrenos, una labor que suele iniciar en junio y que adelantó pore la gran masa de vegetación existente.

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