La guerra de Ucrania complica los problemas de precios y suministros que arrastraban los ganaderos. “Quen vai sementar cereal en Ucraína este ano?”, se pregunta Pedro Rodríguez, presidente de la Asociación Agrogandeira do Macizo Central (Agromacen).
Buena parte del maíz y el trigo que consume Galicia vienen de ese país en guerra, con lo cual, “non só está en risco a alimentación do gando, tamén a das persoas, se non hai cereal ou non imos poder pagalo para alimentar ao noso gando”, dijo, tras asistir a una reunión en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, donde expuso la dificultad de producir en espacios protegidos. “Temos superficie para ser autosuficientes para alimentar ás persoas e ao gando e fiamos a produción agraria a un terceiro país que está en guerra”, comentó.
Al problema del alimento del ganado se le añaden las continuas subidas de la luz o del combustible y añadió que la política agraria de la Unión Europea lleva años mal enfocada: “A política da UE apostando por unha agricultura verde, que é moi bonita, levou ao total abandono de cultivos, porque as materias primas eran baratas”. Las circunstancias son otras y Rodríguez propone “deixarse de tanta leria subvencionada. Estamos falando de que temos unha zona impresionantemente productiva e, por historias ecolóxicas e política verde, non deixan producir”.
Desde Viana, el ganadero de vacuno de carne, Germán Domínguez Fernández, pone los números al problema. Explica que en octubre de 2021 una tonelada de pienso costaba sobre 230 euros y hoy sube de 400. A su vez, un kilo de paja se conseguía a 6 céntimos y ahora está en unos 12 céntimos. Los portes, que se pagaban a 2,4 céntimos por kilo, ya están en 3,6 y el gasoil agrícola subió de 54 céntimos a 1,69 euros. Mientras, el precio de la carne solo pasó de 4 a 4,20 euros el kilo. “La carne no va a subir, pero al consumidor sí le va a costar más y alguien va a ganar dinero”, se quejó.
