Criadores del Macizo Central piden controlar la población, mientras que En Marea rechaza las batidas
Los ganaderos del Macizo Central cada vez observan más lobos. Si hace una década se encontraban con un par de ellos al año, actualmente rara es la semana que no tropiezan con cuatro o cinco. "Cada vez hai máis lobos. O número aumenta a pasos axigantados. Están en calquera sitio, ao pé das casas... É algo terrible", comentó ayer Manuel Carballo Álvarez. Este ganadero de Montederramo es un miembro fundador de una plataforma de productores, constituida hace dos años para buscar una solución al problema. Meses después, no la han encontrado. Es difícil cuando, según aseguran, la Xunta de Galicia les vuelve la espalda. "En Santiago non nos fan caso", asegura.
Esta situación coincide con la presentación de una petición del grupo parlamentario de En Marea, sumándose a las tesis de los colectivos ecologistas y animalistas "para que a Xunta non autorice batidas ao lobo". El diputado Marcos Cal niega que las batidas puedan ayudar a resolver el problema. Todo lo contrario. "Estas batidas son contraproducentes para o obxectivo da convivencia en armonía entre o home e o lobo, xa que os estudos indican que as batidas poden desestabilizar as manadas, provocando ataques ao gando e poñendo en risco a conservación da biodiversidade e os ecosistemas", afirmó.
Desde la Asociación de Gandeiros do Macizo Central (Agromacen), Pedro Rodríguez Parente, su presidente, coincide con el ganadero de Montederramo en destacar la proliferación de los lobos. "Segue habendo moitos lobos e ataques. A cabaña de estes animais non a pode soportar a gandería", afirmó, antes de recordar que las explotaciones de concellos como A Pobra de Trives, Castro Caldelas, Montederramo o Chandrexa de Queixa son de ganadería en extensivo. En ellas, el ganado permanece en el monte, siendo una víctima fácil de los ataques de los depredadores.
"Non somos antiecoloxistas, defendemos aos agricultores e gandeiros", afirmó Pedro Rodríguez. El presidente de Agromacen añade: "Non sei de gandeiros que se adiquen a matar lobos". Y criticó la petición de En Marea: "Os políticos son de cidade. Non lles importa o rural".
