La existencia de dos focos lleva a sospechar la acción de un incendiario
Los montes próximos a los pueblos de A Veiga de Cascallá y Porto, en Rubiá, fueron escenario del primer incendio forestal importante de la campaña preestival en Valdeorras. Ambos comenzaron con apenas media hora de diferencia, por lo que todo apunta a que podrían haber sido provocados por la misma persona. No es la primera vez que la zona registra un incendio, pues fue aquí donde los investigadores encontraron dos aparatos detonadores hace un par de años, uno de ellos destrozado por las llamas.
Los últimos datos de la Consellería do Medio Rural e do Mar calculaban la superficie quemada entorno a 40 hectáreas de monte, buena parte de él de matorral. Ardieron terrenos situados a ambos lados de la carretera N-120. Las llamas complicaron la circulación por la citada carretera, donde la Guardia Civil de Tráfico intervino para regular el tráfico y facilitar las labores de extinción y el paso de la maquinaria utilizada en ellas. La superficie de monte quemada y las molestias ocasionadas a los conductores no fueron los únicos daños ocasionados por el incendio. Un agente forestal que trabajaba en la extinción se rompió el cúbito y el radio, siendo trasladado al Hospital comarcal de Valdeorras.
La Consellería do Medio Rural e do Mar desplazó a los montes de A Veiga de Cascallá un agente forestal, dos brigadas, una motobomba y dos helicópteros. A su vez, en los trabajos de control de las llamas de Porto trabajaron tres agentes forestales, seis brigadas, una motobomba, seis helicópteros y dos aviones. También intervinieron las Brif de Laza y Tabuyo (León).
Las altas temperaturas y el fuerte viento facilitaron la propagación del fuego. La gran columna de humo que provocó fue vista desde la villa de O Barco, sobre cuyas calles cayeron cenizas del incendio.
