Un pequeño insecto con forma de avispa está acabando con los chopos que crecen en la orilla derecha del río Sil, en el Paseo do Malecón de O Barco. Muchos de estos árboles tienen el tronco perforado por la 'sesia apiformis', que se alimenta de sus troncos y raíces, según apuntaron fuentes próximas al Concello barquense.
La caída de uno de los chopos sobre el paseo se saldó con la rotura de la baranda metálica, unos daños muy reducidos para uno de los lugares más concurridos de la villa: el Malecón. No fue el primero. Este tipo de accidentes se registran con relativa frecuencia, lo que aumenta la preocupación de vecinos y gobernantes. En el Concello temen que la rotura de algún árbol enfermo cause daños personales, un riesgo que pretenden erradicar con su tala.
El concejal de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, es consciente del riesgo de que puedan repetirse las roturas de árboles. 'Despois de que o ano pasado caiu un chopo temos que ver como están todos e cales teñen perigo e cales non', explicó.
El concejal ya trasladó a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil su deseo de eliminar los árboles que amenazan con romperse. El siguiente paso del equipo de Aurentino Alonso será encargar un informe técnico para especificar la localización y estado de conservación de los olmos para determinar cuántos serán talados.
Por otra parte, un equipo de trabajadores del Concello retiran desde el viernes la madera y restos de materiales procedentes de los arrastres del río Sil, acumulados durante la crecida del pasado 19 de enero. Una gran cantidad de estos desechos fue retenida por los árboles del Paseo do Malecón: colchones, desechose incluso una lancha, que está totalmente sepultada bajo un montón de ramas.
El concejal de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, es consciente del riesgo de que puedan repetirse las roturas de árboles. 'Despois de que o ano pasado caiu un chopo temos que ver como están todos e cales teñen perigo e cales non', explicó.
El concejal ya trasladó a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil su deseo de eliminar los árboles que amenazan con romperse. El siguiente paso del equipo de Aurentino Alonso será encargar un informe técnico para especificar la localización y estado de conservación de los olmos para determinar cuántos serán talados.
Por otra parte, un equipo de trabajadores del Concello retiran desde el viernes la madera y restos de materiales procedentes de los arrastres del río Sil, acumulados durante la crecida del pasado 19 de enero. Una gran cantidad de estos desechos fue retenida por los árboles del Paseo do Malecón: colchones, desechose incluso una lancha, que está totalmente sepultada bajo un montón de ramas.
