Un equipo de investigadores estudia el estado de cuatro sotos gallegos

Lourizán detecta la presencia de chancro en los castaños de Rozabales, en Manzaneda

Un equipo de investigadores del Centro de Experimentación y Formación Agroforestal de Lourizán ultima un estudio sobre cuatro sotos gallegos, entre ellos el de Rozabales (Manzaneda). Los técnicos detectaron un foco de 'chancro' poco activo y proponen aplicar un tratamiento.
Un estudio realizado por un equipo del Centro de Experimentación y formación Agroforestal de Lourizán detectó la presencia de “chancro” en el souto de Rozabales (Manzaneda), declarado monumento natural. Lo indicó ayer Josefa Fernández López, quien matizó que la citada enfermedad “non está moi activa”.

La iniciativa forma parte de un programa de I+D, que financia la Consellería de Innovación e Industria. Incluye cuatro sotos: Rozavales, Fraga de Catasós (Pontevedra), Fraga do Eume (Coruña) y O Courel. En estos momentos, los investigadores realizan los últimos análisis, que darán a conocer en los próximos meses.

En referencia al soto de Rozabales, donde está situado el castaño denominado Pumbariños, la investigadora de Lourizán indicó que “é necesario tratalas árbores”. Añade que el problema del “chancro” no es el único que afecta a estos castaños, que también sufren las consecuencias del paso del ganado, al carecer de cierre.

Un consejo que apunta Josefa Fernández es el de plantar nuevos árboles, pues recuerda que los castaños también mueren y hay que renovarlos.

Aunque el estudio del Centro de Experimentación y Formación Agroforestal de Lourizán pretenden analizar los injertos realizados en los sotos, a lo largo de sus diferentes etapas, Josefa Fernández aprovechó la ocasión para destacar la relevancia de los castaños de Rozabales.

“Moitos teñen entre 400 e 600 anos”, una edad que supera ampliamente el de Pumbariños. Resaltó que la mayoría de ellos fueron injertados con la variedad “amarelante”.

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