El Concello pretende recuperar su cultivo para crear empleo y frenar el abandono del campo

Manzaneda recurre al olivo como alternativa a las viñas

Asistentes a la charla del Concello de Manzaneda.
La plantación de olivos puede frenar el abandono del monte en el Concello de Manzaneda. Éste es el objetivo que se marcó el alcalde, David Rodríguez Estévez, cuando impulsó un programa de recuperación del olivar, que también diversificará los cultivos y creará empleo. Si logra su meta, la producción de aceituna podría ocupar unos terrenos destinados actualmente a viñedos abandonados. El regidor explicó que 'a zona de viñedo é apta para as oliveiras'.
Los olivares no son una novedad en este Concello. En la Edad Media, estos árboles jugaron un papel importante en la agricultura de Manzaneda y de los municipios próximos. Lo atestiguan los ejemplares que aún se conservan en algunos pueblos, como As Ermidas (O Bolo), donde también pueden verse los restos de varios molinos de aceite, Seadur (Larouco) o Bendilló (Lugo). Con el paso del tiempo, la industria aceitera del sur español los iría relegando al abandono, según fuentes municipales.

El cultivo de la aceituna no es tan rentable económicamente como la uva. Sin embargo, tiene un aspecto que puede ser muy beneficioso para un rural castigado por la despoblación: sus menores exigencias de laboreo.


PROGRAMA

El programa municipal encontró una muy buena respuesta entre los vecinos, según afirmó el alcalde, David Rodríguez. La primera charla informativa llenó el salón de actos del Concello. Fue dirigida por técnicos de la empresa ourensana Aceites Abril y del vivero cordobés Laninoplant SL. En la reunión informaron de las condiciones de adaptación de los olivos, métodos de cultivo, marcos de plantación o rentabilidad.

Ante la buena respuesta, el Concello asesorará a todos los agricultores que decidan sumarse al programa. Los consejos correrán por cuenta del personal técnico de las dos empresas citadas, que mostraron su disposición para colaborar en el proyecto. Además, asumirá las labores de desbroce de aquellos terrenos que vayan a ser reconvertidos en olivares. Con miras a evitar que, posteriormente, puedan ser utilizados para otras actividades, el personal municipal realizará un seguimiento de las fincas. Éste se prolongará durante de tres años.




La Xunta restaurará el molino de O Bolo

Históricamente, los olivos tuvieron una importancia más que importante en la economía valdeorresa. En la actualidad, apenas quedan unos ejemplares, repartidos principalmente por los concellos de O Bolo y Larouco.

En el caso bolés, la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria asumió la restauración de un molino de aceite tradicional en As Ermidas. La restauración es un objetivo que persigue desde hace muchos meses el alcalde, Manuel Corzo, quien la enmarcó dentro de la recuperación del santuario.

En Seadur (Larouco), una decena de vecinos plantaron con olivos cinco hectáreas de monte. Fue en el año 2007 y ahora apenas quedan unos cuantos ejemplares. Al igual que sucedió en el vecino Concello de Petín, los brotes fueron devorados por los corzos y los jabalíes, arruinando el programa de recuperación.

Donde sí están consiguiendo el resurgir de la producción de aceitunas es en el vecino Concello lucense de Quiroga. Una muestra de este logro la ofrece el pueblo de Bendilló, que logró consolidar su 'Mostra do aceite de Quiroga' y que visitan numerosos valdeorreses. La última edición fue la duodécima y se desarrolló a finales de febrero. A lo largo de esa jornada, la organización pone en funcionamiento un molino de aceite tradicional.

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