Las obras de reforma de la travesía de la N-536 en O Barco obligan a compartir la calzada a peatones y conductores. Esta situación se desarrolla en el centro de la villa, lo que propicia que las quejas vecinales arrecien sobre el Concello. El alcalde, Alfredo García, asume las protestas a cambio de reducir la duración de los trabajos. El regidor afirma ser consciente de las molestias que las obras están ocasionando a los vecinos y se felicita de la ausencia de accidentes graves. 'Los incidentes fueron mínimos', afirmó.
El malestar vecinal no pasó desapercibido para los grupos municipales de la oposición. Los últimos en mostrar su inquietud ante la proliferación de zanjas, vallas y máquinas en el casco urbano fueron los nacionalistas. La concejal del BNG, Isabel Gacio, mostró su preocupación en el último pleno. Antes se quejaron los 'populares' de Moisés Blanco, quienes insisten en los problemas que se están causando a los comerciantes.
La proximidad de las fiestas es otro factor a tomar en consideración a la hora de calcular el final del suplicio que están sufriendo los vecinos. El inicio del asfaltado de la travesía de la N-536 -que abarca las avenidas Manuel Quiroga, Marcelino Suárez y Conde de Fenosa- había sido aplazado para después de las fiestas de 'O Cristo', que se desarrollarán entre los días 10 y 15 de septiembre. Sin embargo, los trabajos comenzaban en la mañana de ayer a la altura del polideportivo municipal de Calabagueiros. Las máquinas fueron paradas al llegar el mediodía y no volverán a arrancar hasta el lunes. Los planes municipales pasan por asfaltar el mayor tramo posible antes de que comiencen las actividades festivas, para seguidamente interrumpir los trabajos.
Las obras de cambio de aceras y renovación de conducciones suponen una inversión aproximada de 1,3 millones de euros, que aportan Fomento y Augas de Galicia.
La proximidad de las fiestas es otro factor a tomar en consideración a la hora de calcular el final del suplicio que están sufriendo los vecinos. El inicio del asfaltado de la travesía de la N-536 -que abarca las avenidas Manuel Quiroga, Marcelino Suárez y Conde de Fenosa- había sido aplazado para después de las fiestas de 'O Cristo', que se desarrollarán entre los días 10 y 15 de septiembre. Sin embargo, los trabajos comenzaban en la mañana de ayer a la altura del polideportivo municipal de Calabagueiros. Las máquinas fueron paradas al llegar el mediodía y no volverán a arrancar hasta el lunes. Los planes municipales pasan por asfaltar el mayor tramo posible antes de que comiencen las actividades festivas, para seguidamente interrumpir los trabajos.
Las obras de cambio de aceras y renovación de conducciones suponen una inversión aproximada de 1,3 millones de euros, que aportan Fomento y Augas de Galicia.
