Transformará en fardos de dos metros y 200 kilos los voluminosos desechos de la fábrica ruesa

Una de las máquinas usadas en Lugo tras el ciclón Klaus compacta residuos en Rieter Saifa

Una compactadora comenzó a abrirse paso entre las montañas de residuos que produce la fábrica Rieter Saifa. Su objetivo es dejar espacio libre en el colapsado vertedero de A Rúa. La máquina llegó desde A Mariña lucense, donde convirtió en fardos de biomasa los restos que el ciclón Klaus dejó en sus montes. La máquina acusó el cambio de la madera por los aislantes de automóvil con un menor rendimiento. Pese a ello, continuará trabajando para reducir el volumen de 1.500 toneladas de estos desechos.
Los residuos de la fábrica de aislantes para automóvil Rieter Saifa Noroeste SA colapsaron el vertedero de inertes de A Rúa. Verdaderas montañas de estos materiales flexibles ocupan el interior del recinto y prácticamente impiden la incorporación de nuevos desechos.

Una máquina comenzó a abrirse camino ayer entre esos restos. Es la misma que colaboró en la recogida de los restos que en enero dejó el ciclón Klaus en la provincia de Lugo. Un transporte especial la llevó desde la comarca de A Mariña hasta A Rúa y la maneja Carlos Vila, de Maderas Celeiro. La compactadora fue contratada para reducir el volumen de los residuos de la fábrica ruesa, una tarea muy distinta a la que desarrolla habitualmente: reunir los restos de biomasa de los montes en fardos de fácil manejo para trasladarlos a la factoría de Ence en Navia (Asturias), donde son convertidos en pasta de papel y energía.

Su conductor explica que su campo de acción está situado en concellos como Viveiro, Foz o Xove. Ahora, la misión a la que se enfrenta es muy distinta a la que realiza en Lugo, pues pasa por reducir el volumen de 1.500 toneladas de los restos del vertedero, prensándolos y transformándolos en fardos compactos. Pero los nuevos materiales son más flexibles y frágiles que la madera, por lo que el rendimiento de la máquina se redujo a la mitad.


La basura de un contenedor cabe en cinco fardos

El conductor de la compactadora resalta su carácter novedoso y explica que fue diseñada hace apenas un año en Asturias. Un brazo de 20 metros de largo recoge los materiales que introduce en sus rodillos para someterlos a una presión de 250 kilos por centímetro cuadrado. Posteriormente, una cizaña los corta en fardos de 210 centímetros de largo.

Carlos Vila explica que los residuos de cada contenedor usado por Rieter Saifa para transportarlos al vertedero caben en cinco fardos. El peso de cada atado de estos desechos de aislantes es de unos 200 kilos, muy por debajo de los 700 kilos que pesan los de biomasa. Su ritmo de trabajo con restos vegetales es de 30 bultos a la hora.

El principal problema encontrado al compactar los restos de Rieter Saifa es su flexibilidad y fragilidad. Los rodillos apenas los pueden arrastrar, por lo que fue necesario mezclarlos con troncos para moverlos.

El alcalde de A Rúa, Luis Fernández Gudiña, anunció que Rieter Saifa instalará una prensa en su recinto fabril en las próximas semanas. La inversión permitirá enviar los desechos ya compactados al vertedero de inertes. Mientras, en el Concello aguardan a que la Xunta adjudique la finalización de la obra del nuevo vertedero.

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