El mal tiempo obligó a suspender el desfile de Entroido en Vilariño de Conso. Pese a ello, más de 2.000 personas se reunieron en la Festa do Cabrito para degustar los 300 ejemplares cocinados.
La degustación de 300 cabritos, cocinados con motivo de la XIX Festa do Cabrito alivió el disgusto de los cientos de visitantes que habían acudido a Vilariño de Conso para presenciar el desfile del Domingo de Entroido. La lluvia y el fuerte viento obligaba a suspenderlo para preservar de la meteorología adversa a los bombos y a los delicados trajes de los boteiros.
Los visitantes tuvieron que buscar protección de lo que estaba cayendo en los bares y en cualquier rincón cubierto de la localidad.
Pero el mal tiempo no pudo con la fiesta gastronómica, que reunió a unas 2.000 personas en el polideportivo municipal y en la carpa del área recreativa. Quizás se echó en falta más gente mayor, según comentó el alcalde, Arcadio González. Pero los asistentes disfrutaron de lo lindo con el manjar.
Este año, los comensales estrenaron vajilla y comieron sobre platos de barro, en lugar de usar los de plástico, como se venía haciendo hasta ahora.
Los visitantes tuvieron que buscar protección de lo que estaba cayendo en los bares y en cualquier rincón cubierto de la localidad.
Pero el mal tiempo no pudo con la fiesta gastronómica, que reunió a unas 2.000 personas en el polideportivo municipal y en la carpa del área recreativa. Quizás se echó en falta más gente mayor, según comentó el alcalde, Arcadio González. Pero los asistentes disfrutaron de lo lindo con el manjar.
Este año, los comensales estrenaron vajilla y comieron sobre platos de barro, en lugar de usar los de plástico, como se venía haciendo hasta ahora.