Los curiosos siguen la obra desde la otra orilla

El montaje de las grandes vigas de la pasarela sobre el río atrae a los barquenses

Dos gruas trabajan en la colocacion de la estructura
La nueva pasarela sobre el río Sil toma forma en O Barco. Numerosos barquenses son testigos del montaje de la estructura superior. Mientras, un grupo de vecinos del casco viejo pide que se talen varios árboles para ver el cauce.
Desde la semana pasada, un buen número de barquenses tienen puesta su atención en la orilla opuesta del río Sil. El inicio del montaje de la estructura superior de la pasarela peatonal sobre el río es seguido desde el Paseo del Malecón y Porto da Barca por muchos curiosos, atraídos por los trabajos que realizan dos grúas.

El inicio de las obras de colocación de las vigas superiores se ajusta a la fecha que habían marcado los técnicos. De tal forma que, si la obra continúa respetando los últimos plazos que marcó la constructora, la nueva pasarela, que será metálica, debe ser una realidad en enero de 2010. No obstante, el caudal del río Sil tiene la última palabra, pues si lleva demasiada agua, entorpecerá los trabajos.

Antes de la llegada de las grandes vigas metálicas, los trabajos se centraron en la construcción de una docena de enormes pilares de hormigón, sobre los que van asentadas. Cada uno de ellos fue fijado al terreno con pilotes de hormigón armado. Todos estos trabajos fueron realizados siguiendo el sistema de “cimentación profunda”.

La construcción de esta pasarela fue reclamada durante varios años por los vecinos del casco antiguo de la villa de O Barco. Sus peticiones fueron atendidas por la Consellería de Política Territorial del anterior Ejecutivo autonómico. La obra fue adjudicada a la constructora CRC Obras y Servicios SL, con un presupuesto de 504.549 euros.


Los árboles no dejan ver el cauce

La pasarela peatonal permitirá ver el Sil desde otro ángulo, un objetivo que también persigue un grupo de vecinos del casco viejo. Las fachadas posteriores de sus casas dan al río, constituyendo la que probablemente es la imagen más característica de la villa. Sin embargo, el ramaje del grupo de árboles que crece ante sus viviendas les impide verlo, por lo que reclaman que sean talados.

Te puede interesar