Un paso inferior es el único acceso entre el centro del pueblo y el área recreativa de O Bañadoiro

Un muro de hormigón impedirá a los vecinos de Vilamartín cruzar la vía para ir al pabellón

Obras de  construcción del muro, en Vilamartín.
La construcción de un muro de hormigón a lo largo de la vía del tren en Vilamartín aumentará la seguridad, pero impedirá a los vecinos, en su mayoría jóvenes, cruzarlas para ir al polideportivo. Deben dar un rodeo para usar el único paso.
Los jóvenes de Vilamartín no podrán volver a cruzar las vías por alguno e los huecos abiertos en la malla metálica que separaba la línea de ferrocarril Palencia-Coruña del pueblo. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) construye un muro de hormigón que obligará a utilizar el paso inferior construido hace aproximadamente dos años para eliminar el paso a nivel que comunicaba el centro del pueblo con el área recreativa de O Bañadoiro.

Cuando la obra finalice, los vecinos únicamente podrán utilizar ese pasaje para desplazarse entre estos dos puntos. Lo confirmó el concejal de Urbanismo, José Pinto, quien explica que hay otra opción, el camino de A Rodeleira, aunque se localiza en un extremo de la localidad. “Prácticamente, só queda o paso subterráneo”, comenta el edil “popular”.

El Concello prevé finalizar los 50 metros de la calle paralela a la vía, lo que permitiría solicitar un nuevo acceso a O Bañadoiro, donde están las piscinas, el polideportivo y el albergue municipales. Pero es un proyecto a largo plazo. En estos momentos, los vecinos, principalmente los más jóvenes, cruzaban la malla metálica para acortar camino. “Era máis cómodo para ir ao polideportivo”, explicó José Pinto.

El muro, que en su parte superior lleva una valla metálica, mejorará la seguridad en el lugar. “Antes, cando estaba o paso a nivel, os trenes pasaban máis lentos”, apunta el concejal. Construido el paso inferior a la vía, los convoyes aumentaron la velocidad, y con ello el peligro. Pero la medida obligó a los vecinos a utilizar el citado pasaje, lo que no convenció a todos. “É un paso subterráneo que da pena”, dijo un vilamartinés.

Los autobuses deben rodear cuatro kilómetros

La construcción del paso inferior de la línea ferroviaria Palencia-A Coruña tuvo una segunda consecuencia, impidió el acceso de los autobuses al área recreativa. Aunque los turismos pueden utilizarlo sin ningún problema, la altura del mismo no es suficiente para permitir el paso de los vehículos de transporte de viajeros. Éstos deben dar un rodeo de unos cuatro kilómetros, bien por el pueblo de Valencia el Sil, o bien por el antiguo edificio de la Cruz Roja.

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