Neo, el perro superviviente de Valdeorras que busca hogar

Neo, tras la operación, paseando por las calles de O Barco.
photo_camera Neo, tras la operación, paseando por las calles de O Barco.
La protectora “Peludines Callejeros de Valdeorras” ha asumido los 2.000 euros que ha costado la complicada operación de espalda de Neo, que le impedía caminar; piden ayuda para que la adopción llegue por fin para el can tras nueve años de espera.

Neo es un superviviente. A sus nueve años ya puede decir que ha superado una operación grave en su espalda debido a una compresión fuerte que sufrían sus vértebras y que le impedían caminar bien. Y todo gracias a que la protectora de animales “Peludines Callejeros de Valdeorras”, que ha estado pendiente de él. Jorge Yáñez, su presidente, cuenta que hace una semana lo vio “mustio, con la cabeza baja y muy apático”, algo que dice es “raro en él, porque es un torito, es muy activo y muy enérgico, y la actitud que tenía no me cuadraba”. Entonces fue cuando se dieron cuenta de que se había comido una pelota, “pensamos que era por eso”. Pero no era así. Mientras estaba ingresado para que lograse expulsarla, le hicieron finalmente un lavado gástrico y fue cuando descubrieron “que empezaba a perder movilidad en las patas”

Una resonancia en León confirmaría las sospechas y la necesidad de operarlo. El pasado 29 de septiembre la operación se realizaba con éxito, pero eso sí, con una recuperación larga y necesitada de cuidados y vigilancia. “Nos dijeron que era una cosa muy delicada, pero todo salió bien y ahora falta una larga rehabilitación de entre seis y ocho semanas, un poco complicada porque tiene que estar en una casa, en una habitación vacía, para que no se suba a ningún objeto porque podría volver para atrás”, cuenta Jorge. Y es que, aun pesando 30 kilos, lo más complicado es que se esté quieto. 

Al no conseguir un lugar de acogida para el proceso de rehabilitación de Neo, la protectora optó por uno más que altruista, la casa de los padres de Jorge. “Lo hubiese llevado a la mía pero vivo en un tercero sin ascensor y Neo no puede subir escaleras, así que está en casa de mis padres, que viven en un primero y pueden cargarlo en brazos; es un esfuerzo porque el perro pesa, pero no teníamos otra opción”, explica. Fue la salida que encontró para que Neo pudiese recuperarse, “sé que van a estar pendientes de él, que es lo que necesita”. Pero confiesa que realmente lo que el perro necesita, es un hogar. 

Neo nació en la protectora. Su madre fue acogida hace nueve años “y ya venía embarazada”. Tuvo siete cachorros, de los cuales sólo Neo y una hermana se quedaron aquí, relata Jorge. “Nosotros le atendemos, le proporcionamos servicios veterinarios, pero es una pena que lleve tanto tiempo sin una casita”. Resonancia y operación costaron a la protectora un total de 2.000 euros. 

Asumir esos costes ha sido complicado y dificulta el camino hacia otras actividades como la salida del calendario anual, por lo que piden ayuda para continuar cuidando a Neo y a los otros 12 perros que tienen en acogida. Cualquier persona que quiera ayudarles puede contactar con ellos a través de su página de facebook o en el correo [email protected].

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