Un nuevo cauce del Forcadela evitará los desbordamientos en O Barco

La obra de reforma del regato de Forcadela contó con un presupuesto de 230.000 euros

Las aguas del regato de Forcadela no volverán a desbordarse e inundar las calles y casas próximas del núcleo de Veigamuiños y la villa de O Barco de Valdeorras. Lo aseguraron el presidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil y el alcalde barquense, José Antonio Quiroga Díaz y Alfredo García Rodríguez, respectivamente, en su visita al lugar donde se desarrollaron las obras que finalizaron la semana pasada.

El regidor explicó que el cauce del arroyo, demasiado estrecho y cubierto en una parte del tramo, favorecía los desbordamientos en días de mucha lluvia y cuando algún arrastre se atrancaba. “Si llovía mucho o se atascaba, el agua iba por la calle”, explicó el regidor barquense. Esta situación no se volverá a repetir una vez finalizada la adaptación de este tramo de cauce a las exigencias establecidas para evitar el riesgo de desbordamiento en la denominada avenida de los 500 años.

El presidente de la Confederación Hidrográfica, por su parte, confirmó que la obra se ajustó a los requisitos técnicos, estéticos y medioambientales. También explicó que la ejecución del proyecto supuso una inversión de 232.000 euros y que fue financiada mediante un convenio de colaboración con el Concello, según el cual, las arcas municipales aportaron el 20 %, corriendo el organismo que dirige con el 80 % restante.

El alcalde de O Barco también comentó que el proyecto respetó las peticiones que habían realizado los vecinos y, en particular, la referida a la necesidad de respetar el número de plazas de aparcamiento. A este respecto, indicó que el asfaltado que el Concello realizó en una calle próxima a la zona, una actuación que permitió aumentar los espacios que disponen los conductores para estacionar.

La compuerta de Valencia del Sil en 2024

La compuerta desprendida en febrero de la presa de Santiago, en Valencia del Sil (Vilamartín de Valdeorras), no será reemplazada hasta 2024. Al menos, este es el tiempo que estima la concesionaria, Iberdrola, según informó a la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, tal y como ayer explicaba su presidente, José Antonio Quiroga. A la hora de justificar este largo periodo, la empresa argumenta la inexistencia de estas compuertas en territorio nacional, lo que la obligará a buscar piezas en el extranjero, coincidiendo con un periodo muy complicado para conseguirlas debido a las grandes carencias de este tipo de productos que sufre el mercado internacional. En todo caso, la industria hidroeléctrica procedió a revisar las compuertas restantes de la presa y garantizó su seguridad a la citada Confederación Hidrográfica.  

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