VALDEORRAS

Once pueblos de Vilamartín consumen el agua sin clorar

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photo_camera Fuente pública, en el centro del casco urbano de Vilamartín.

El Concello considera que "es un problema grave" e inició reuniones con los vecinos para solucionarlo 

Los vecinos del rural vilamartinés deberán decidir cómo van a regularizar sus traídas de aguas. Solo 3 de los 14 núcleos del municipio -Vilamartín, Arcos y Valdegodos-, cloran el líquido que sale de sus grifos. Ninguno de los demás lo hace, generando un grave problema sanitario y los consiguientes quebraderos de cabeza a un alcalde, el socialista Enrique Álvarez Barreiro, que pretende evitar las responsabilidades que un posible accidente relacionado con este servicio acarrearía al Concello. "Es un problema grave. Si se produce una muerte, el responsable es el Concello", explicó el regidor, que en los últimos días, inició una ronda de reuniones por los pueblos para buscar una solución.

Las opciones para acabar con esta situación anormal son dos: que el Concello o los propios usuarios se responsabilicen de clorar el agua. Sin embargo, el equipo de gobierno se encontró con una fuerte resistencia de los vecinos. Cualquiera de las soluciones conlleva un coste de tiempo y, fundamentalmente, económico. Los pueblos deberán costear los gastos derivados de la cloración o pagar el obligado recibo municipal.

Los vecinos plantean que el agua es de los pueblos, una tesis que descartó rotundamente el alcalde. "El agua es de todos y si la gestionan ellos, deben hacerlo bien", afirmó Enrique Álvarez. La tarifa no es excesivamente cara, pues el primer tramo, hasta 30 metros cúbicos, apenas supera los 9 euros sin IVA. El problema es cuando el agua del grifo se usa para regar huertas, pues el siguiente sí es caro.

Otra deficiencia que pretende resolver el Concello es la situación irregular de las captaciones, pues la mayoría están sin legalizar y carecen del permiso de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil.

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