La llamada operación Aguja-Domus se cerró ayer en O Barco con un saldo de siete personas detenidas, ingresando en prisión seis de ellas (tres vecinos de O Barco y otros tantos de Ponferrada), tras reconocer la práctica totalidad de los hechos que le atribuye el fiscal, relacionados con el asalto al chalé del industrial barquense, Manuel Fernández. La investigación la desarrollaron el Equipo contra el Crimen Organizado de Pontevedra, la Policía Judicial de A Rúa y el cuartel de O Barco, todos ellos de la Guardia Civil.
A las 15.00 horas abandonaba las dependencias del Juzgado mixto número uno de O Barco el ponferradino J.L.R., de 39 años. Era el último en declarar y como el anterior, el empresario H.P.D., de 29 años, vecino de O Barco, reconoció la práctica totalidad de los hechos que le atribuyó el fiscal, relacionados con el asalto al chalé del empresario barquense Manuel Fernández Blanco, cometido el pasado 18 de febrero. El juez envió a ambos a prisión, sin fianza. Horas antes, había sido detenido el joyero J.M. A.D., de 47 años y también vecino de O Barco, que quedó en libertad con cargos tras prestar declaración.
Estas detenciones cerraron la que se ha venido a denominar operación Aguja-Domus, que ordenó el titular del Juzgado mixto número uno de O Barco.
Fue desarrollada por el Equipo de Crimen Organizado de Pontevedra (ECO), perteneciente a la Unidad Central Operativa (UCO), de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y del puesto barquense del cuerpo.
El balance final es de siete detenidos -seis de ellos en prisión- como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación. Esta relación incluye, además de las tres citadas anteriormente, las de dos hermanos de Viloira (O Barco), M.F.H y R.M.F.H., de 38 y 26 años, respectivamente. Los dos arrestos restantes fueron los de E.P.T., de 34 años, e I.M.V., de 29, ambos con domicilio en Ponferrada.
Operación de cuatro días
Los agentes comenzaron a practicar las detenciones el pasado siete de julio y finalizaban a las 3.00 horas de ayer. Habían transcurrido 142 días desde que el empresario de O Barco, Manuel Fernández Blanco, fue abordado en el garaje de su chalé por un grupo de cuatro o cinco personas cubiertas con pasamontañas. Tras amenazarle con un arma de fuego, una navaja y una porra eléctrica le obligaban a entrar en la vivienda, reclamándole todo el dinero que tuviera en ese momento.
Tras amenazarle con la amputación de un dedo, los asaltantes se daban a la fuga con un botín de aproximadamente 23.000 euros y varias joyas, no sin antes amenazar al industrial.
Incautadas una pistola, joyas y cocaína
Las investigaciones comenzaron el mismo día del asalto: el pasado 18 de febrero. Las iniciaron los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y los del puesto barquense. Aunque en las primeras horas se planteó la posibilidad de que los autores fuesen de nacionalidad extranjera, a tenor del modus operandi, esta opción era descartada rápidamente, centrándose las pesquisas en la villa de O Barco y en la comarca leonesa del Bierzo por una serie de datos que no han trascendido.
El impulso que dio un vuelco a la investigación llegó desde Barcelona, según apuntaron fuentes consultadas por este diario. Una alhaja que podría formar parte del botín obtenido en el chalé del empresario barquense fue detectada por un joyero, propietario de un local con licencia especial, que permite un funcionamiento muy parecido al de las casas de empeño.
La nueva línea de investigación abierta en otra comunidad autónoma implicó al Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de Pontevedra, encuadrado en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
La colaboración de los agentes del grupo ECO, Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y del puesto barquense comenzó a tomar cuerpo, favoreciendo las siete detenciones y la incautación de una pistola, joyas y cocaína.
Estas detenciones cerraron la que se ha venido a denominar operación Aguja-Domus, que ordenó el titular del Juzgado mixto número uno de O Barco.
Fue desarrollada por el Equipo de Crimen Organizado de Pontevedra (ECO), perteneciente a la Unidad Central Operativa (UCO), de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y del puesto barquense del cuerpo.
El balance final es de siete detenidos -seis de ellos en prisión- como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación. Esta relación incluye, además de las tres citadas anteriormente, las de dos hermanos de Viloira (O Barco), M.F.H y R.M.F.H., de 38 y 26 años, respectivamente. Los dos arrestos restantes fueron los de E.P.T., de 34 años, e I.M.V., de 29, ambos con domicilio en Ponferrada.
Operación de cuatro días
Los agentes comenzaron a practicar las detenciones el pasado siete de julio y finalizaban a las 3.00 horas de ayer. Habían transcurrido 142 días desde que el empresario de O Barco, Manuel Fernández Blanco, fue abordado en el garaje de su chalé por un grupo de cuatro o cinco personas cubiertas con pasamontañas. Tras amenazarle con un arma de fuego, una navaja y una porra eléctrica le obligaban a entrar en la vivienda, reclamándole todo el dinero que tuviera en ese momento.
Tras amenazarle con la amputación de un dedo, los asaltantes se daban a la fuga con un botín de aproximadamente 23.000 euros y varias joyas, no sin antes amenazar al industrial.
Incautadas una pistola, joyas y cocaína
Las investigaciones comenzaron el mismo día del asalto: el pasado 18 de febrero. Las iniciaron los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y los del puesto barquense. Aunque en las primeras horas se planteó la posibilidad de que los autores fuesen de nacionalidad extranjera, a tenor del modus operandi, esta opción era descartada rápidamente, centrándose las pesquisas en la villa de O Barco y en la comarca leonesa del Bierzo por una serie de datos que no han trascendido.
El impulso que dio un vuelco a la investigación llegó desde Barcelona, según apuntaron fuentes consultadas por este diario. Una alhaja que podría formar parte del botín obtenido en el chalé del empresario barquense fue detectada por un joyero, propietario de un local con licencia especial, que permite un funcionamiento muy parecido al de las casas de empeño.
La nueva línea de investigación abierta en otra comunidad autónoma implicó al Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de Pontevedra, encuadrado en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
La colaboración de los agentes del grupo ECO, Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y del puesto barquense comenzó a tomar cuerpo, favoreciendo las siete detenciones y la incautación de una pistola, joyas y cocaína.
