La propuesta, lanzada por el alcalde de O Barco, requeriría una inversión de 16 millones de euros
Los técnicos de las diputaciones de Ourense y Lugo, junto con los de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental, analizan la viabilidad de un proyecto alternativo para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos. Lo propuso el Concello de O Barco, según anunció ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez. "No tiene incineración ni hay un vertedero. Nadie toca las bolsas de basura durante el proceso", explicó. Añadió que la iniciativa apuesta por el desarrollo sostenible y la investigación, además de generar empleo.
El presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, también conoce el proyecto, según explicó Alfredo García. Ambos mantendrán una reunión en las próximas semanas para analizarlo. En todo caso, el alcalde confía en obtener el respaldo de las administraciones para afrontar la elevada inversión: 16 millones de euros.
El ingeniero responsable del servicio de Medio Ambiente y Aguas de la Diputación ourensana, Javier Bobe Vázquez, explicó que el proyecto combina dos procesos. En el primero es utilizado un autoclave. Según el alcalde, en su interior se somete a los residuos a una temperatura de 150 grados para deshidratarla. En esta fase inicial se separan distintos materiales, como hierros o plásticos, logrando un porcentaje de selección superior al 45 %.
En la segunda etapa, la basura se somete a un proceso de pirólisis, en el cual, los residuos que no fueron apartados pasan por una tubo sellado, en cuyo interior la temperatura alcanza los 700 grados. Esta elevada temperatura genera un gas que es aprovechado para producir electricidad, abaratando el coste final. El alcalde barquense cuantificó el volumen de inertes que continúan después de pasar por todas estas fases en torno a un 5 % o un 8 %. Alfredo García indicó que estos serán trasladados a un vertedero de inertes, igual que los residuos de cualquier obra de construcción de un edificio. También resaltó que los técnicos visitaron alguna planta que ya aplica estos sistemas y destacó su escaso impacto ambiental. "Está instalada en un polígono comercial, al lado de una gran superficie", dijo.
Los primeros cálculos concluyen que una planta de estas características precisa tratar 40.000 toneladas de basura al año, una cantidad muy superior a las 4.000 que genera O Barco. La diferencia sería cubierta con la incorporación de concellos de Ourense y sur de Lugo.
"Estos procesos ya están siendo usados en la industria para muchos fines, falta comprobar su aplicación al tratado de residuos sólidos urbanos. Está probado para otro tipo de procesos, lo novedoso es su aplicación para los residuos", explicó el ingeniero de la Diputación Javier Bobe. También dijo que el tratamiento no usa la incineración, pues los residuos se someten a altas temperaturas en espacios sin oxígeno.
El técnico de la Diputación destacó la importancia de buscar alternativas para el tratamiento de los residuos. En todo caso, explicó que cualquier método es caro, por lo que defendió la opción de producir un volumen menor de basura para reducir los costes.
