Los vecinos de Penouta que acostumbran a caminar desde este núcleo hasta el área recreativa de Vilamartín de Valdeorras no podrán seguir con estos paseos durante algún tiempo. En las últimas horas, el Concello cerró la pasarela peatonal que permite salvar el río Sil al volverse a aflojar uno de los tirantes que sujetan el piso de la estructura. “Non se soltou de todo, pero si baixou máis do normal”, explicó el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, quien optó por precintar el puente ante el peligro que entraña.
El cierre de la estructura obliga a utilizar el paso de Valencia do Sil o el puente José Luis Baltar, ubicado entre Penouta y Arnado, para desplazarse entre Penouta y la capitalidad municipal.
La consolidación de la pasarela metálica es perseguida desde hace muchos meses por el Concello. En un principio, las complicaciones a la hora de definir la entidad que posee la titularidad retrasaron el inicio de los trámites encaminados a la adjudicación de los trabajos por la Diputación Provincial, organismo que asumió la revisión del puente peatonal.
Para adjudicarla, el organismo provincial se vio obligado a convocar dos concusos, al quedar desierto el primero. El segundo si encontró interesados, siendo adjudicados los trabajos a Cruzval Obras y Servicios S. L. en 34.756 euros más IVA, empresa que deberá acometer los trabajos que viene reclamando el Concello.
La pasarela peatonal de Penouta arranca del tramo vilamartinés del Camiño de Inverno y es fotografiada por muchos peregrinos.
