Unos vecinos de Baños (A Veiga) se llevaron un buen susto al tropezarse en el monte con restos humanos. Procedían de unas obras del cementerio parroquial y obligaron a sus promotores a devolverlos a sus tumbas.

De paseo entre calaveras

Los enterramientos fueron sustituidos por tumbas construidas con granito. (Foto: LUIS BLANCO)
El descubrimiento de restos humanos en un monte de Baños (73 habitantes) causó preocupación en esta pequeña aldea de A Veiga. Cuatro vecinos tropezaron con los huesos la semana pasada. Paseaban por los alrededores del pueblo cuando se encontraron con tres calaveras y otras partes de los esqueletos que habían sido enterrados en tres tumbas. Preocupados, y también asustados, por el sorprendente hallazgo, lo pusieron en conocimiento del cura párroco, según apuntaron fuentes vecinales.
Los huesos procedían de tres tumbas que fueron objeto de unas obras de reforma que finalizaron hace un par de días y que cambiaron por granito la tierra que las cubría. Los trabajos fueron realizados con una pala mecánica. Detenida en el exterior del cementerio, el operario excavó en las fosas valiéndose del brazo de la máquina. Pero los trabajos no sólo arrancaron escombros, la excavadora también retiró restos óseos, yendo todo ello a parar a un monte próximo.

El macabro hallazgo causó preocupación a un sector de los vecinos. En su mayoría, son de edad avanzada, por lo que no encontraron justificación alguna para arrojar los restos al monte.

Los hechos fueron corroborados ayer por el promotor de la obra del cementerio. Francisco Vázquez Montes explicó que los enterramientos datan de hace más de 60 años y que pertenecen a familiares suyos, que le habían otorgado su autorización. 'Tiña permiso dos familiares e do cura', dijo. También aclaró que, mientras la excavadora retiraba la tierra de las tumbas, fueron retirando los restos que iban apareciendo, con idea de volverlos a enterrar. Pero sus esfuerzos no lograron impedir que algunos huesos acabasen tirados en el monte.

Este vecino de A Veiga es consciente de que algunos vecinos se quejaron ante el cura párroco, quien le mostró su malestar. Fue entonces cuando viajó al lugar donde aparecieron los restos para volver a enterrarlos en las tumbas, ya reformadas. 'Fíxose a conciencia. Fumos metelos meticulosamente', dijo Francisco Vázquez.

Cuatro vecinos, que ayer disfrutaban de la soleada mañana ante el camposanto, corroboraron la versión ofrecida por el autor del desaguisado. 'Foron cun sacho e un coche e trouxeron os restos para enterralos', dijo una mujer. Sin embargo, no todos los habitantes de Baños permanecen tranquilos tras las explicaciones. En esta aldea de A Veiga también hay quien desconfía que parte de los huesos pueden continuar en el monte y que los sustos de los paseantes podrían no haber finalizado.

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