Un colectivo de 35 aficionados a la cría de canarios, la Unión de Canaricultores de Valdeorras, reunió a sus 205 mejores ejemplares en la 'I Exposición Ornitológica de Valdeorras'. El evento abrió sus puertas ayer, en el antiguo pabellón de O Barco, donde se podrá visitar hasta el domingo.
La muestra pretende promocionar la afición por estos pájaros, cuyas características son en muchos casos desconocidas, empezando por el característico color amarillo que se les adjudica. En la actualidad hay reconocidos 485 tipos de canario, en función de su color. Es más, la variedad denominada ancestral, de la que surgieron todas las demás, es verde. Estos apuntes fueron ofrecidos ayer por Jesús Flecha González, presidente de la Unión de Canaricultores de Valdeorras, asociación que fue creada hace apenas 10 meses.
El mundo de los canarios resulta extraño para quienes no forman parte de él. Jesús Flecha explicó que su afición comenzó a fraguarse en la adolescencia. Sólo tenía 14 años cuando le regalaron dos periquitos. Ahora, con los 36 cumplidos, cría dos centenares de canarios en la buhardilla y reconoce que, si dispusiera de más espacio, la cifra se multiplicaría. 'El mayor condicionante para los aficionados es el sitio que ocupan', dijo.
La cría de canarios corrientes, que en este mundillo conocen por 'píos', no es complicada. El precio de un ejemplar no suele superar los 50 euros y las atenciones que requieren no van más allá de la alimentación y la limpieza de la jaula.
Las atenciones son mayores cuando se trata de ejemplares de concurso y, aún más, si son premiados. Entonces, el precio llega a superar el millar de euros.
Al criar buenos competidores en la categoría de diseño, en la que premian el porte y los colores, el reto de la tarea del cuidador consiste en lograr los mejores cruces para mejorar la genética. Cuando el canaricultor pretende potenciar el canto del ave, debe aislar las crías para que únicamente escuchen los trinos que tienen que copiar, bien de una grabación o bien del pájaro elegido.
En la provincia sólo hay dos asociaciones de canaricultura -una con sede en Ourense y la que acaba de arrancar en O Barco- y en el caso de la valdeorresa, la carencia de jueces obliga a traerlos de fuera cada vez que se organizan concursos, lo que obliga a asumir los gastos de desplazamiento, con el consiguiente encarecimiento de los costes, según señala Jesús Flecha. Esta situación impidió organizar un certamen en Valdeorras, que es el objetivo que se fijó la Unión de Canaricultores comarcal. Si no es para el año próximo, '¡quizás sea en 2013', señaló el presidente de la asociación.
El mundo de los canarios resulta extraño para quienes no forman parte de él. Jesús Flecha explicó que su afición comenzó a fraguarse en la adolescencia. Sólo tenía 14 años cuando le regalaron dos periquitos. Ahora, con los 36 cumplidos, cría dos centenares de canarios en la buhardilla y reconoce que, si dispusiera de más espacio, la cifra se multiplicaría. 'El mayor condicionante para los aficionados es el sitio que ocupan', dijo.
La cría de canarios corrientes, que en este mundillo conocen por 'píos', no es complicada. El precio de un ejemplar no suele superar los 50 euros y las atenciones que requieren no van más allá de la alimentación y la limpieza de la jaula.
Las atenciones son mayores cuando se trata de ejemplares de concurso y, aún más, si son premiados. Entonces, el precio llega a superar el millar de euros.
Al criar buenos competidores en la categoría de diseño, en la que premian el porte y los colores, el reto de la tarea del cuidador consiste en lograr los mejores cruces para mejorar la genética. Cuando el canaricultor pretende potenciar el canto del ave, debe aislar las crías para que únicamente escuchen los trinos que tienen que copiar, bien de una grabación o bien del pájaro elegido.
En la provincia sólo hay dos asociaciones de canaricultura -una con sede en Ourense y la que acaba de arrancar en O Barco- y en el caso de la valdeorresa, la carencia de jueces obliga a traerlos de fuera cada vez que se organizan concursos, lo que obliga a asumir los gastos de desplazamiento, con el consiguiente encarecimiento de los costes, según señala Jesús Flecha. Esta situación impidió organizar un certamen en Valdeorras, que es el objetivo que se fijó la Unión de Canaricultores comarcal. Si no es para el año próximo, '¡quizás sea en 2013', señaló el presidente de la asociación.
