El sector trasladó sus alegaciones a la Xunta para que sean incorporadas a la futura Lei do Solo
El sector de la pizarra reclama poder seguir utilizando este material de construcción en aquellos concellos en los que ya es utilizado. Productores y colocadores insisten en que la utilización de esta piedra no guarda relación alguna con el denostado "feísmo", que atribuyen a los malos usos constructivos. La Asociación Galega de Pizarristas (AGP), que preside Víctor Cobo, presentó alegaciones para que fuesen recogidas en la futura Lei do Solo, que en septiembre recibió el espaldarazo del Consello Económico e Social. Fuentes empresariales se mostraron pesimistas ante el resultado de sus gestiones.
La prohibición del uso de pizarra en las cubiertas de las casas no es nueva, como tampoco lo son las quejas del sector por su existencia. Un malestar que fue trasladado a la Xunta hace más de una década. Aunque los concellos que anteponen el uso de la teja al de la pizarra están por toda Galicia, es en la franja costera, donde la construcción está más pujante, donde los gobernantes se muestran más reacios a permitir la colocación de la piedra que mueve la economía valdeorresa. "Levamos loitando moito tempo para que permitan usar a pizarra", comentaron fuentes de la Asociación Nacional de Colocadores de Pizarra.
El sector resumió el contenido de las alegaciones en tres puntos: "Os núcleos rurais que teñen todas as cubertas de tella, que sigan de tella; onde só usan pizarra, que sigan así e naqueles nos que conviven os dous materiais, que poidan utilizarse os dous", según explicaron fuentes del sector.
La autorización de los materiales es una competencia de los concellos. Pese a ello, la aprobación definitiva la debe otorgar la Secretaría Xeral de Urbanismo, por lo cual pizarristas y colocadores dirigen su petición a la Xunta. "Queremos que se vaia núcleo por núcleo", comentaron las mismas fuentes empresariales.
Una representación del sector se entrevisto el pasado mes de junio con la secretaria xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas. En aquel encuentro, también se habló de otras propuestas de los productores de pizarra, como la limitación de los 40º como pendiente máxima para las cubiertas o la unificación de la altura máxima de los edificios de suelo rústico a siete metros. Después de aquella ocasión, fuentes de la Consellería de Medio Ambiente afirmaron que la mayoría de las alegaciones de los pizarristas habían sido estimadas.
