El proyecto experimental de la Axencia Local de Sostibilidade pretende erradicar los vertidos al Sil

Dos plantaciones de juncos depurarán las aguas residuales de dos pueblos de O Barco

Pueblo de Coedo, en O Barco.
Dos pueblos de O Barco, Coedo y Millarouso, depurarán sus aguas residuales con un sistema experimental, a base de plantas como las espadañas o los juntos. El proyecto lo promueve la Axencia Local de Sostibilidade, dependiente de la Concejalía de Medio Ambiente, que firmará un convenio con la Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible. Esta depuradora natural tendrá un aspecto similar al de los humedales y pondrá fin a los vertidos de residuales en el río, a su paso por O Barco.
Los pueblos de Coedo y Millarouso son las ubicaciones que el Concello de O Barco propuso para acondicionar dos depuradoras de aguas residuales, a base de plantas macrofitas: juncos, espadañas o eneas del género typha, esparganios o carrizos. La propuesta partió de la Axencia local de Sostibilidade, dependiente de la Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Luis Ramos.

El proceso, que goza de los parabienes de la Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible y de Augas de Galicia, aprovecha la adaptación de estas plantas a aguas con una elevada carga orgánica, gracias a su sistema natural de aireación de las raíces. “Estas depuradoras pueden tener el aspecto natural que tienen los humedales y lograr el mismo ambiente, pudiendo ser utilizados la mayor parte de sus terrenos para el uso y recreo de las personas”, explica Melina Rodríguez, responsable de la Axencia Local de Sostibilidade.

El mantenimiento es similar al de cualquier jardín natural, siendo estas plantas de fácil adaptación y muy resistentes a la mayoría de las plagas conocidas. Además, no requieren labores de poda, pues estas especies se regeneran por sí solas.

El concejal de Medio Ambiente, Luis Ramos, resaltó el carácter experimental de esta iniciativa, que pretende acometer antes de que finalice el año. Explica que este sistema de depuración está pensado para núcleos pequeños, pues lo condiciona su extensión, que oscila en torno a los 300 metros cuadrados en pueblos de 100 habitantes.

La implantación de la depuradora en Coedo “pondrá fin al saneamiento del Sil en el municipio. O Barco eliminará los vertidos”, comentó Luis Ramos. Este pueblo es el único que seguirá vertiendo en el río al finalizar el plan de saneamiento.


Las plantas eliminan todas las bacterias patógenas del agua

En estos momentos, la Axencia Local de Sostibilidade de O Barco está a la espera de que los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente se desplacen hasta Coedo y Millarouso para concretar la ubicación de las futuras depuradoras.

La Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Local, que también podría impulsar proyectos similares en otros “núcleos de sostibilidade”, apuesta por el carácter experimental de esta iniciativa.

El proceso de depuración está basado en plantas macrofitas, que viven en zonas sin oxígeno (anóxicas), carecen de tallo y sus hojas y raíces tienen numerosos tubos huecos, que les permiten expulsar por las raíces el oxígeno que toman del aire por las hojas.

Este oxígeno favorece la proliferación de bacterias aerobias en el agua, que oxidan la materia orgánica del agua y neutralizan las partículas coloides que contiene. Los nitratos y el fósforo del agua son absorbidos directamente por las plantas, a las que les sirven de abono. Además, esta vegetación segrega ácidos que acaban con las bacterias patógenas.

Otra ventaja de estas depuradoras es su perfecta integración en el paisaje.


DEPURADORAS

Los pueblos barquenses de Coedo y Millarouso tienen 52 y 83 habitantes, respectivamente.

La redacción del proyecto y la plantación de las macrofitas para una balsa de 300 metros cuadrados cuesta 14.000 euros.

El gasto de obra civil no aparece en el presupuesto.

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