Acuden desempleados de la hostelería, pizarra, forestales, atención sociosanitaria y limpieza

Un programa de Cruz Roja logró emplear a 17 parados

María Celeste Couto y Rafael Tamayo, en el puesto de trabajo. (Foto: J.C.)
El programa de empleo iniciado por Cruz Roja Valdeorras en O Barco insertó a 17 de las 55 personas que participan en el plan promovido desde su sede, en la calle de Lugo.
Este dato lo ofreció Ana Belén Rodríguez Díez, técnico de Proyectos de Empleo, que está al frente de esta iniciativa, desarrollada para encontrar una salida laboral a parados de larga duración, sin estudios o mujeres con responsabilidades. Explicó que el número de personas que acuden en busca de ayuda es aún mayor, pero que algunos quedan fuera porque no se ajustan a los requisitos. Este elevado interés no resulta extraño en una comarca que pasó de tener un nivel de paro casi testimonial a los 2.253 trabajadores inscritos en el Servizo Público de Emprego que reflejan los datos de la Consellería de Traballo e Benestar.

Hostelería, atención sanitaria, limpieza y pizarra son los ramos de los que proceden la gran mayoría de las mujeres que acuden a este programa de formación e inserción laboral, el único impulsado por Cruz Roja en la provincia. Los trabajos en la industria pizarrera y en la construcción son, a su vez, los más frecuentes en los varones, que también aportan desempleados del sector forestal. El 90 % de los inscritos son españoles, pero también los hay llegados de Argentina, Portugal o Marruecos, entre otros países.

En todo caso, el sector de la hostelería es el que tiene más salida para los hombres y mujeres parados de la comarca. Además, los varones pueden encontrar una oferta más amplia en las actividades forestal y pizarrera, en tanto que las hembras la obtienen en la atención sociosanitaria y en la limpieza, según los datos que maneja Ana Belén Rodríguez.

El programa incluye la organización de cursos, como los de atención sociosanitaria, las nuevas tecnologías en la búsqueda de empleo u hostelería y cocina. Próximamente desarrollará uno referido al derecho laboral y a la igualdad. Algunos incluyen clases prácticas en empresas, como los de hostelería y atención sociosanitaria.

La técnica de Proyectos de Empleo destacó el caso de Rafael Tamayo Serrano, de nacionalidad cubana, que a sus 43 años encontró trabajo en un establecimiento de hostelería de O Barco. 'Demuestra que alguien que nunca trabajó en un sector puede encontrar empleo en él', dijo Ana Belén Rodríguez.


Tamayo: “Este trabajo supone empezar de cero'

Rafael Tamayo Serrano llegó a España en enero 2012 procedente de su Cuba natal. En la isla caribeña trabajó en oficios tan distintos como los de policía nacional y agricultor. Sin embargo, nunca imaginó que en O Barco y con 43 años acabaría dedicándose a la hostelería. 'Fui al curso programado por la cocina, pues sé cocinar, pero el profesor me dijo que me convenía más la hostelería', explicó.
Realizó las clases prácticas en la cafetería Ambigú, que regenta María Celeste Couto Pinto. Después de aquellos 17 días de toma de contacto con la actividad, la responsable del local decidió que debería seguir. 'Llevo cuatro meses trabajando aquí. Venir de otro país, donde nunca me había dedicado a esta actividad, fue empezar de cero. Para mí la hostelería es una experiencia nueva', dijo. También tuvo palabras para su jefa: 'La dueña se esforzó mucho', dijo.

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