La ruta discurre por un tramo de carretera sin arcenes muy peligroso
Una expedición formada por representantes de los concellos de A Rúa y Vilamartín, acompañados por arqueólogos conocedores del trazado del Camiño de Inverno, buscarán una solución al peligroso tramo de esta ruta de peregrinación, comprendido entre el límite de Vilamartín y el casco urbano rues.
Son apenas dos kilómetros, los que obligan a los peregrinos a utilizar la carretera N-536, una infraestructura muy antigua, carente de arcenes y flanqueados por un talud y el barranco bajo el cual está ubicada la línea de ferrocarril Palencia-A Coruña.
La última visita a Valdeorras de la directora de la Axencia Galega de Turismo, Nava Castro, fue aprovechada para solicitar el apoyo de la Xunta y buscar una solución para el peligroso tramo.
Esta podría empezar a conocerse el próximo 29 de abril. A las 12,00 horas de ese sábado, representantes de los concellos de A Rúa y Vilamartín, junto con directivos de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Valdeorras y arqueólogos recorrerán el tramo para buscar la forma de eliminar el peligro que esta zona entraña para los peregrinos. "Temos que prever antes de que pase unha desgracia", dijo Asunción Arias Arias, presidenta de la citada asociación de Amigos do Camiño. "Imos valorar como se pode solucionar, como se pode dar continuidade aos traballos que fixo o alcalde de Vilamartín", añadió. Una vez tomada una decisión, esta será trasladada a la Xunta.
Estas obras fueron realizadas por el Concello de Vilamartín, que construyó una senda en la parte del tramo que afecta al término municipal y cuya solución era mucho más sencilla.
Asunción Arias también explicó que la alternativa de desviar la ruta por el Camino Real para llevar por él a los peregrinos no es factible en este lugar, al estar afectado por la línea de ferrocarril.
