La comarca de Valdeorras inició, coincidiendo con el puente de la Constitución, la campaña de la matanza del cerdo. Aumenta el número de familias que compran el animal para alimentarlo con castañas en sus últimos días.

¿De puente? No, de matanza

Una familia de Éntoma y sus vecinos arrastran el cerdo para sacrificarlo. (Foto: J.C.)
Los conductores que ayer circularon por la carretera que comunica O Barco con Éntoma pudieron comprobar cómo en apenas tres kilómetros media docena de familias madrugaron para realizar la matanza del cerdo.
Los grupos de vehículos aparcados ante las fincas avisaban que sus propietarios mantienen viva la tradición. Los tiempos cambian, también los gustos y, en los pueblos, cada vez se ceban menos animales. Hoy en día, los habitantes del rural tienden a comprar directamente la carne o, en su caso, el animal ya listo para el sacrificio. Eso sí, la apuesta es por la calidad y crece la demanda de puercos alimentados con productos propios de la zona, como las castañas o patatas.

Guzmán Díaz Rodríguez afirmó que las ventas de su empresa aumentaron en más de un 20 % respecto a la campaña de 2011.

Con sede en Petín, Industrias Cárnicas Murias SL comercializa la carne de cerdo en sus distintas modalidades. De sus naves salen los animales vivos, para la matanza domiciliaria, deshechos para elaborar los embutidos en casa o bien en forma de chorizos, androllas y otros productos, todos listos para saborear. 'Teño un 20 % más de venta que o ano pasado. En dous días vendín 180 cerdos, na campaña de decembro serán uns 800. Veu moita xente de O Barco e de Ponferrada. Aquí, funciona o boca a boca', dijo.

Muchos de estos nuevos clientes son, curiosamente, jóvenes que, cada vez más, optan por los cerdos alimentados a base de patatas y castañas buscando una mayor calidad del producto. 'É un mercado que vai en expansión', aseguró este industrial valdeorrés, que también apreció una mayor inclinación de sus clientes por aquellos ejemplares de mayor tamaño, con más de 110 kilos.

Un veterinario de O Barco, Manuel Fernández López, de Centro Veterinario Arume, confirmó el aumento del uso de castañas en la alimentación de las últimas semanas del cerdo. 'Os distribuidores venden as castañas que non lles valen para a venta, a alimentar ós marraos. A carne é similar á caseira', explicó. También apreció un descenso en el número de familias que prefieren cebar ellas mismas a los animales destinados a la matanza. 'Cebar se acabó. Moita xente compra os animais mortos', dijo.

Las bajas temperaturas registradas ayer en O Barco, que según Meteogalicia oscilaron entre los 4 y los 9 grados, acompañó las primeras labores de la matanza, luego entorpecidas a causa de la aparición de la lluvia. Si esta humedad no dura demasiado tiempo, tal y como aprecia la agencia meteorológica gallega, el frío facilitará la conservación de la carne.

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