El basurero de A Rúa estará lleno en noviembre y la obra del nuevo debería rematar en octubre

El riesgo de colapso exige un nuevo vertedero de inertes

Los trabajadores colaban ayer la lámina aislante de bentonita en las obras del futuro vertedero de A Rúa. (Foto: J.C.)
El vertedero de inertes de A Rúa está a pocas semanas de superar el límite de capacidad. Ante esta posibilidad, los rueses dirigen todas las miradas hacia la obra del nuevo basurero, confiando en que esté finalizada antes de que el servicio actual se colapse. 'Sería problemático se chega novembro e non temos posibilidades de verter', comentó ayer el alcalde, Luis Fernández Gudiña. Inmediatamente, añadió que los trabajos avanzan con rapidez. 'En outubro debería estar listo', dijo.
Esta buena marcha de los trabajos fue confirmada por el jefe de obra, quien confía en rematar el proyecto durante la semana próxima. En todo caso, la finalización va a depender en buena medida de las condiciones meteorológicas. En un principio, las previsiones de los meteorólogos hablan de un alto riesgo de lluvia para los próximos días. 'Que no llueva', dijo el responsable de las obras.

Los trabajos que restan no deberían ocupar un tiempo excesivo. Ayer, ocho trabajadores y cinco camiones centraban su tarea en la colocación de láminas de bentonita, un material aislante, sobre el vaso de recepción de residuos. A continuación, extenderán polietileno de alta densidad texturizado, plástico agrícola y el resto de los productos proyectados, según apuntó el responsable de la obra. Después, sólo restará construir los viales y el cierre del recinto, añadió el alcalde. 'En outubro debería estar listo', señaló Luis Fernández Gudiña.

Al fondo del vertedero ya pueden verse tres grandes balsas de decantación: dos destinadas a los lixiviados o materiales que arrastra el agua de filtraciones y una para la lluvia.

El proyecto fue adjudicado inicialmente por la Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Territorial, del anterior Ejecutivo bipartito, a Indeza Edificios e Obra Civil SL. Con un presupuesto de 552.666 euros, los cálculos situaban el final de los trabajos en el mes de febrero del 2009. Cuando la obra ya estaba iniciada, los problemas económicos de la constructora provocaron su suspensión. Después de un sinfín de trámites burocráticos y de numerosas gestiones, la actual Consellería de Medio Ambiente adjudicó el proyecto a 'Urbaser SA' del grupo ACS.

La apertura de la fábrica de insonorizantes de automóviles Rieter Saifa Noroeste SL y el importante volumen de residuos que genera llevaron al borde del colapso al vertedero actual. La reciente instalación de una máquina para compactarlos redujo el problema. Pese a ello, el retraso acumulado por la suspensión de las obras resucitó la amenaza de desbordar su capacidad.

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