Cuatro parcelas del parque empresarial de Rubiá ya tienen comprador a pesar de que la obra no estará rematada hasta finales de julio. Lo anunciaron ayer fuentes de la UTE Construcciones y Obras Ayasa SL y Felco SL, que asumieron la construcción y gestión del suelo industrial que promovió el Concello sin ayuda de la Xunta. No es el único caso que se da en Valdeorras. También A Rúa asumió el coste del suelo industrial al negarle su colaboración las otras administraciones, que parecen haberse olvidado de la comarca con un mayor potencial industrial de la provincia.
'A Xunta do bipartito aprobou o proxecto e nos dixo que o cedían pero que non o financiaban. Non tiñamos alternativa e tomamos a decisión de construilo', explicó ayer el alcalde popular de Rubiá, Elías Rodríguez Núñez. Para sacarlo adelante sin ayuda, el Concello adquirió los terrenos (54.619 metros cuadrados) y sacó a concurso su construcción usando como moneda de pago una parte del suelo, quedándose la empresa adjudicataria con el 82 % del suelo industrial y asumiendo la urbanización.
A la espera de que los trabajos estén rematados, la empresa que gestiona el suelo industrial ya vendió cuatro parcelas y está a la espera de cerrar operaciones de compra-venta con otras tantas. Las actividades de estas industrias son muy variadas y van desde un almacén de distribución de bebidas hasta una nave de castañas, pasando por una panadería industrial y un local para celebrar banquetes. En total son 150 empleos de nueva creación.
En A Rúa, el concejal de Urbanismo de Rueses Unidos Adiante (RUA), Fernando Rodríguez, explicó que el Concello promovió el suelo industrial a raíz del interés mostrado por la fábrica de aislantes para automóvil Rieter Saifa Noroeste (ahora Autoneum Spain Northwest SLU). 'En aquel momento, en el año 2004, teníamos que disponer del terreno. Se llamó a cincuenta puertas pero dijeron que no les salían los números', dijo.
Al final, las arcas municipales aportaron casi un millón de euros para adquirir los terrenos y las parcelas, al igual que la urbanización, se van construyendo en colaboración con las empresas interesadas. Hay tres empresas y 154.000 metros cuadrados de suelo industrial, de los que están ocupados en la actualidad aproximamente 17.000 metros cuadrados.
Tras las presiones, suelo más barato
Las repetidas reclamaciones de suelo industrial que realizaron empresarios y dirigentes políticos, muchas de ellas formuladas desde Valdeorras y otros puntos de la provincia, como Monterrei, llevaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a anunciar esta misma semana que el Consello del Gobierno gallego que se desarrolla hoy aprobará un conjunto de medidas, en la línea de apoyo a los emprendedores, para abaratar la adquisición de suelo industrial.
'Vamos a hacer un suelo más accesible, más barato y dando facilidades de pago, y llevaremos al Consello un paquete de medidas para vender el suelo entre un 20 y un 25 por ciento más barato, haciendo rebajas especiales a aquellos que quieran pagar al contado y comprar una serie de parcelas que, por su dimensión, acrediten que van a crear puestos de trabajo', apuntó.
A la espera de conocer los detalles de estas medidas, los empresarios muestran su preocupación por los problemas de falta de competitividad que sufren parques empresariales como los de O Barco 8construido por Xestur Ourense, organismo dependiente de la Xunta) o Monterrei, a causa de los bajos precios del suelo industrial que ofrecen en las comarcas limítrofes del Bierzo y de la portuguesa de Chaves, respectivamente. Un problema que dificulta el asentamiento de industrias en ellos.
A la espera de que los trabajos estén rematados, la empresa que gestiona el suelo industrial ya vendió cuatro parcelas y está a la espera de cerrar operaciones de compra-venta con otras tantas. Las actividades de estas industrias son muy variadas y van desde un almacén de distribución de bebidas hasta una nave de castañas, pasando por una panadería industrial y un local para celebrar banquetes. En total son 150 empleos de nueva creación.
En A Rúa, el concejal de Urbanismo de Rueses Unidos Adiante (RUA), Fernando Rodríguez, explicó que el Concello promovió el suelo industrial a raíz del interés mostrado por la fábrica de aislantes para automóvil Rieter Saifa Noroeste (ahora Autoneum Spain Northwest SLU). 'En aquel momento, en el año 2004, teníamos que disponer del terreno. Se llamó a cincuenta puertas pero dijeron que no les salían los números', dijo.
Al final, las arcas municipales aportaron casi un millón de euros para adquirir los terrenos y las parcelas, al igual que la urbanización, se van construyendo en colaboración con las empresas interesadas. Hay tres empresas y 154.000 metros cuadrados de suelo industrial, de los que están ocupados en la actualidad aproximamente 17.000 metros cuadrados.
Tras las presiones, suelo más barato
Las repetidas reclamaciones de suelo industrial que realizaron empresarios y dirigentes políticos, muchas de ellas formuladas desde Valdeorras y otros puntos de la provincia, como Monterrei, llevaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a anunciar esta misma semana que el Consello del Gobierno gallego que se desarrolla hoy aprobará un conjunto de medidas, en la línea de apoyo a los emprendedores, para abaratar la adquisición de suelo industrial.
'Vamos a hacer un suelo más accesible, más barato y dando facilidades de pago, y llevaremos al Consello un paquete de medidas para vender el suelo entre un 20 y un 25 por ciento más barato, haciendo rebajas especiales a aquellos que quieran pagar al contado y comprar una serie de parcelas que, por su dimensión, acrediten que van a crear puestos de trabajo', apuntó.
A la espera de conocer los detalles de estas medidas, los empresarios muestran su preocupación por los problemas de falta de competitividad que sufren parques empresariales como los de O Barco 8construido por Xestur Ourense, organismo dependiente de la Xunta) o Monterrei, a causa de los bajos precios del suelo industrial que ofrecen en las comarcas limítrofes del Bierzo y de la portuguesa de Chaves, respectivamente. Un problema que dificulta el asentamiento de industrias en ellos.
