El pueblo barquense festejó con una comida el fin de la restauración

Santa Mariña recupera sus retablos

Comida popular organizada por el pueblo de Santa Mariña para celebrar el final de la restauración.
. Una comida popular cerró el programa de actos organizado por los vecinos de Santa Mariña (O Barco) para celebrar el final de los trabajos de restauración de los retablos de la iglesia. Los trabajos, que realizó el taller ourensano Arte 3, costaron más de 28.000 euros, suma que en su mayor parte fue aportada por los vecinos. Colaboraron la Xunta, el Concello y la Diputación.
Los vecinos de Santa Mariña (O Barco) celebraron con una comida popular, organizada a última hora del sábado 19 de julio., en la explanada de la iglesia, la restauración de los tres retablos que guarda el interior del templo. Jóvenes y mayores, acompañados por una representación del Concello y por dos sacerdotes de la villa, pusieron colofón a los actos dando cuenta de los manjares preparados por el pueblo. Eso fue después de la misa y de la posterior procesión en honor al Niño Jesús, Santa Mariña y a la Inmaculada.

La celebración coincidió con los festejos locales y estaba bien merecida. Fueron dos años de gestiones y de trámites los que se necesitaron para reunir los 28.114 euros presupuestados para restaurar los tres retablos. Tras muchos quebraderos de cabeza, los vecinos -que aportaron la mayor parte- consiguieron el apoyo de la Dirección Xeral de Patrimonio, Concello y Diputación, que aportaron 6.000, 3.500 y 3.000 euros, respectivamente. Después de solicitar su colaboración, los vecinos aún aguardan por una respuesta del Obispado de Astorga.

Los trabajos los realizó el taller de restauración ourensano Arte 3 y sus resultados pueden verse en la iglesia de Santa Mariña. El retablo mayor -donde están ubicadas las imágenes de Santa Mariña, San Pedro y San Antonio- data del siglo XVIII. A su izquierda está situada otra pieza, con las tallas de Cristo, Santa Mariña y un santo de identidad desconocida. Éste es de estilo barroco, por lo que su antigüedad oscila en torno a los tres siglos y medio.

Son las dos piezas más notables que guarda el templo de Santa Mariña, pero no las más antiguas. A la izquierda del altar puede verse sobre una pared una figura de Santa Catalina, que los entendidos relacionan con el siglo XII.
Una vez finalizada la restauración de los retablos, que era la principal preocupación vecinal, debido al mal estado de conservación en que se encontraban, el pueblo ya se plantea nuevos objetivos. La recuperación exterior del templo es ahora la nueva meta que se fijaron los habitantes de Santa Mariña.

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