VALDEORRAS

Un símbolo de Ourense en Viana

photo_camera Réplica del puente romano de Ourense, en la localidad vianesa de Solveira.

Las obras de piedra que un jubilado de Solveira (Viana), Abelardo Prada Amor, construye en el pueblo comienzan a captar visitantes e incluso peregrinos de concellos cercanos 

Las obras en piedras a las que se dedica Abelardo Prada Amor, de 70 años, comienzan a ganar visitantes para el pueblo de Solveira (Viana). La labor de embellecimiento que este vianés se marcó cuando accedió a la jubilación traspasó las fronteras del Concello. Funcionó la reproducción de sus creaciones en Internet, pero también el boca a boca. Cualquier medio es válido si capta turistas y él lo consiguió. Es más, pretende mantener vivo el interés con su última creación: su particular reproducción del puente romano de Ourense.

Lo construye entre las dos pasarelas que permiten salvar una charca del pueblo y utiliza materiales aportados por el Concello de Viana, que también le ayudó a transportar los arcos que había realizado valiéndose de moldes. Es consciente de los medios que dispone y lamenta no poder reproducir hasta el último detalle de la construcción ourensana, una pena que no comparten quienes contemplan la réplica vianesa.

Abelardo Prada se volcó en su obra, levantada con piedra, cemento y arena como bases principales. No le vale cualquier material y confesó que muchas piedras las encontró en Montefurado-Quiroga (Lugo), Manzaneda o Pías. En el pueblo, comenzó dando forma a las jardineras e incluso construyó una capilla. Ahora, llegó la réplica del puente romano. Más adelante, quizás un cruceiro.

"Para min é unha felicidade", comentó ayer. Su satisfacción va en aumento, quizás porque al principio no esperaba esta magnífica acogida de sus obras. "A xente dame moitos ánimos. Ata desplazáronse peregrinos desde A Gudiña. Ten estado moita xente. Agora, xa me gusta que veña a xente", comentó el escultor de Solveira. Confesó que realizar obras para los demás le produce satisfacción: "Gústame facer cousas para a humanidade", dijo.

Todo comenzó hace algo más de cuatro años, cuando, con la ayuda del fallecido Albino Cibeira Yáñez, se empecinó en un embellecimiento del pueblo, una tarea que aún continúa.

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