Valdeorras recuerda los 40 años del "caso de la colza": "Foi moito sufrimento"

Hace 40 años, en mayo de 1981, un niño de 8 años moría en Torrejón de Ardoz. Fue la primera víctima del aceite de colza adulterado y del llamado síndrome del aceite tóxico (SAT). Según la plataforma “Seguimos Viviendo”, fueron 20.000 los afectados, muriendo aproximadamente 5.000 en toda España. Castigó fundamentalmente a las comunidades de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha. En Galicia también golpeó su venta fraudulenta, especialmente en la comarca de Valdeorras. Fueron 43 los valdeorreses que sufrieron sus consecuencias y que se muestran recelosos de compartir los recuerdos. Uno de ellos fue un vecino de Santigoso (O Barco de Valdeorras), Laurentino Fernández García, fallecido hace 13 años. “Empezouse a encontrar mal. Quedouse moi delgado. Estaba de pena e nunca recuperou. Sempre estivo delicado. Ía andando e se quedaba sin forzas”. Estas palabras son de su viuda, Celia Fernández Álvarez, de 75 años. Es hoy el día que no se explica cómo pudo sufrir la enfermedad su marido. El matrimonio tuvo dos hijas y únicamente él la padeció. “Traballaba fóra e comía onde paraba” y ahí podría estar la posible explicación de los problemas de este trabajador de la construcción. No fue fácil localizar la causa de la enfermedad. El propio ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, aseguraba aquel año que “el mal lo causa un bichito tan pequeño, que si se cae de la mesa se mata”. Celia Fernández corrobora los meses que pasaron antes de que fuese detectada. “Tardaron en detectala. Foi moito sufrimento. É moi doloroso”, dijo. El mal que sufrió Laurentino Fernández, al igual que los demás valdeorreses que sufrieron el síndrome del aceite tóxico tuvo su razón de ser en un camión que se acercaba quincenalmente a la comarca, cargado con garrafas de aceite de colza adulterado. Su bajo precio llevó a un buen número de personas a comprarlo, ignorantes del peligro que suponía su consumo. Una figura determinante en la defensa de los afectados fue Gonzalo Vega Pérez, fallecido en 2009. Este barquense se puso al frente de la Asociación Gallega del Síndrome Tóxico. Lo recuerda con cariño Celia Fernández, quien también comentó que “tivemos moito xaleo de avogados”. ANDRÉS GARCÍA BUELA, UNA FIGURA CLAVE La labor del médico de familia y forense en O Barco, Andrés García Buela, fallecido en 2012, fue fundamental al detectar el primer caso de intoxicación por aceite de colza adulterado en Valdeorras. Cuando en la calle se atribuía a factores tan dispares como el agua o los tomates la causa del mal, este facultativo barquense asistía a frecuentes reuniones de trabajo Madrid. Lo comenta una de sus hijas, Ana García Siso: “Estaba preocupado porque era una enfermedad muy extraña. Al acabar la consulta, por la noche estudiaba”. Su seguimiento de las personas que arrastraban los síntomas de la enfermedad (debilidad muscular, astenia, calambres, algias musculares y articulares) le condujo al aceite que vendían los camiones. “Coincidió que la gente afectada consumió el aceite de colza adulterado”, añadió su hija. “Ejerció muchos años como médico, mostrando unos conocimientos y ‘ojo clínico’ que lo hicieron muy conocido en toda la comarca. Su tesis sobre el origen del síndrome del aceite de colza resultó muy llamativa entre la clase científica, porque sus asertos sobre esta enfermedad fueron la clave para dar con el mal y combatirlo”, escribía Aurelio Blanco Trincado, presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, en este diario, en 2012.