El desfile de Fulións y Boteiros del Domingo Gordo fue seguido por la 28ª Festa do Cabrito, que festeja el producto característico de la zona
El sonido de los bombos y aperos de labranza atronó ayer las montañas próximas a Vilariño de Conso. Fue el Domingo Gordo del Entroido y una docena de Fulións continuaron la tradición reuniéndose en O Toural para iniciar un recorrido por el pueblo, que finalizaron en las inmediaciones del colegio público. Llegados desde distintos puntos del oriente provincial, en el espectáculo participaron aproximadamente 700 personas, a las que hay que sumar un buen número de disfraces y los visitantes.
El programa organizado por la asociación Xuntos polo Fulión y el Concello dio comienzo con pregón; los irónicos versos que recitó un vecino antes de que los Fulións se pusieran en movimiento. Cuando estos acabaron su recorrido fue el momento de la 28ª Festa do Cabrito. El acontecimiento gastronómico más importante del año en el Concello.
Un menú confeccionado a base de empanada, chorizo, cabrito, bica, vino y licores citó a 1.250 comensales en el polideportivo municipal. Sobre su parqué se colocaron Boteiros, integrantes de los Fulións y público en general. Aquí, todos pagaron entrada, si bien el precio de la que utilizan los participantes en el desfile fue menor.