La lluvia y la nieve caídas durante el invierno hundieron cuatro décimas de milímetro el templo de As Ermidas, en O Bolo. El vicepresidente de la Fundación que promueve su reconstrucción se ve impotente para rematar los trámites previos a la ejecución del proyecto que eliminará el agua de las filtraciones subterráneas.
El santuario de As Ermidas, en O Bolo, se hundió cuatro décimas de milímetro durante el invierno. Los temporales de lluvia y nieve aumentaron las filtraciones de agua en el terreno y aceleraron el hundimiento del terreno sobre el que se asienta el templo. Lo apuntó ayer el vicepresidente de la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas, Luis Maroto, quien realizó las mediciones en los meses de noviembre y enero.
Desde hace cinco años, momento en el que comenzaron las mediciones, el suelo del templo se hundió aproximadamente dos milímetros. Es preocupante. El santuario sigue repisando y cuando hay más agua, el proceso se acelera. Llovió mucho y hay que quitar el agua de ahí, dijo Luis Maroto, quien iniciaba hace 14 meses el largo calvario de buscar financiación para encauzar hacia el exterior el agua del terreno y, especialmente, superar todos los trámites burocráticos y reunir los permisos necesarios para construir los drenes.
El último escollo lo encontró en la Dirección xeral de Patrimonio Cultural, donde le aseguraron desconocer quién guarda el proyecto elaborado por el vicepresidente de la Fundación de As Ermidas, que él mismo envió al citado organismo el 18 de mayo de 2009 y cuya recepción le fue confirmada el siete de julio, durante una visita a la sede.
El posible extravío del proyecto fue informado al presidente de la Diputación, José Luis Baltar. La reunión tuvo lugar el pasado viernes en Ourense y también acudió el presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco Trincado.
En este encuentro, José Luis Baltar comprometió una subvención para el libro en el que trabaja Luis Maroto. 'Recoge las incidencias de siete años. Llevo todo este tiempo desesperándome', explicó el representante de la Fundación de As Ermidas. Continúa apuntando que inició los trámites de la licencia de obras hace cinco meses y aún no ve el final de este proceso.
Una vez conseguido el visto bueno de la secretaria municipal de O Bolo, el proyecto deberá ser expuesto a información pública durante veinte días. Este plazo vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de perder la subvención de 60.000 euros que dio la Diputación para eliminar filtraciones.
Desde hace cinco años, momento en el que comenzaron las mediciones, el suelo del templo se hundió aproximadamente dos milímetros. Es preocupante. El santuario sigue repisando y cuando hay más agua, el proceso se acelera. Llovió mucho y hay que quitar el agua de ahí, dijo Luis Maroto, quien iniciaba hace 14 meses el largo calvario de buscar financiación para encauzar hacia el exterior el agua del terreno y, especialmente, superar todos los trámites burocráticos y reunir los permisos necesarios para construir los drenes.
El último escollo lo encontró en la Dirección xeral de Patrimonio Cultural, donde le aseguraron desconocer quién guarda el proyecto elaborado por el vicepresidente de la Fundación de As Ermidas, que él mismo envió al citado organismo el 18 de mayo de 2009 y cuya recepción le fue confirmada el siete de julio, durante una visita a la sede.
El posible extravío del proyecto fue informado al presidente de la Diputación, José Luis Baltar. La reunión tuvo lugar el pasado viernes en Ourense y también acudió el presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco Trincado.
En este encuentro, José Luis Baltar comprometió una subvención para el libro en el que trabaja Luis Maroto. 'Recoge las incidencias de siete años. Llevo todo este tiempo desesperándome', explicó el representante de la Fundación de As Ermidas. Continúa apuntando que inició los trámites de la licencia de obras hace cinco meses y aún no ve el final de este proceso.
Una vez conseguido el visto bueno de la secretaria municipal de O Bolo, el proyecto deberá ser expuesto a información pública durante veinte días. Este plazo vuelve a poner sobre la mesa el riesgo de perder la subvención de 60.000 euros que dio la Diputación para eliminar filtraciones.
