Los vecinos de las Casas Baratas, en O Barco, critican el estado de abandono del antiguo matadero municipal. Afirman que en su interior juegan los niños a pesar del peligro que entraña la cubierta, después de que parte de ella fuese derribada por la grúa de un camión. Los habitantes de la zona urge el derribo o que sea cerrado, buscando evitar el riesgo de accidentes. El Concello prevé ceder parte de los terrenos a la Consellería de Vivenda en marzo para que construya 47 viviendas sociales.
La actividad del matadero municipal de O Barco se paralizó de forma definitiva hace dos años. En ese mismo momento, las instalaciones eran abandonadas, quedando en espera de la llegada de las máquinas que procederán a su demolición. Sin embargo, el tiempo pasa y la maquinaria no llega, provocando cierta preocupación entre los vecinos.
Los niños se meten dentro, comentaba Ángel Álvarez, presidente de la asociación de vecinos Amfer-As Pedragueiras. Está todo aberto. Debían tirarlo, añadió este portavoz, refiriéndose al malestar de los vecinos por el estado de abandono de la construcción.
El antiguo edificio, que en otro tiempo fue la enseña de una de las industrias más importante de la comarca, ofrece un aspecto deplorable. Su puerta abierta difícilmente servirá de freno a la entrada de los niños, quienes encuentran en este lugar abandonado el escenario idóneo para dar rienda suelta a su imaginación.
La Consellería de Vivenda e Solo pretende construir tres edificios, con 47 viviendas sociales en una parte del solar. La superficie restante será subastado por el Concello de O Barco entre los empresarios del municipio, buscando reunir fondos para comprar solares y casas del Casco Vello de la villa.
Pero aún deberá transcurrir algún tiempo antes de que estos proyectos comiencen a convertirse en realidad. Mientras, el peligro que entraña el mal estado del edificio va en aumento, siguiendo la misma progresión que el proceso de deterioro. Parte de su cubierta se vino abajo a finales de 2007, cuando la grúa de un camión que cargaba materiales de una obra arrastró varios cables de su fachada.
En todo caso, la construcción de las viviendas sociales obligará a derribar el viejo edificio. En referencia a estos trámites, el alcalde de O Barco, el socialista Alfredo García, anunció ayer que el Concello inició el expediente que permitirá ceder los terrenos a la Consellería de Vivenda e Solo.
En la actualidad, el expediente se encuentra en fase de exposición pública, que finalizará coincidiendo con el pleno ordinario que la Corporación municipal desarrollará en febrero. Esta circunstancia impedirá su debate en esa sesión plenaria y obliga a retrasar su aprobación al mes de marzo.
DERRIBO
Después de que un camión derribase parte de la cubierta, el Concello obligó a la constructora OCA a aislar el antiguo edificio.
La empresa propietaria del camión que provocó el derrumbamiento fue expedientada, enfrentándose a pagar una multa de 7.300 euros.
Los niños se meten dentro, comentaba Ángel Álvarez, presidente de la asociación de vecinos Amfer-As Pedragueiras. Está todo aberto. Debían tirarlo, añadió este portavoz, refiriéndose al malestar de los vecinos por el estado de abandono de la construcción.
El antiguo edificio, que en otro tiempo fue la enseña de una de las industrias más importante de la comarca, ofrece un aspecto deplorable. Su puerta abierta difícilmente servirá de freno a la entrada de los niños, quienes encuentran en este lugar abandonado el escenario idóneo para dar rienda suelta a su imaginación.
La Consellería de Vivenda e Solo pretende construir tres edificios, con 47 viviendas sociales en una parte del solar. La superficie restante será subastado por el Concello de O Barco entre los empresarios del municipio, buscando reunir fondos para comprar solares y casas del Casco Vello de la villa.
Pero aún deberá transcurrir algún tiempo antes de que estos proyectos comiencen a convertirse en realidad. Mientras, el peligro que entraña el mal estado del edificio va en aumento, siguiendo la misma progresión que el proceso de deterioro. Parte de su cubierta se vino abajo a finales de 2007, cuando la grúa de un camión que cargaba materiales de una obra arrastró varios cables de su fachada.
En todo caso, la construcción de las viviendas sociales obligará a derribar el viejo edificio. En referencia a estos trámites, el alcalde de O Barco, el socialista Alfredo García, anunció ayer que el Concello inició el expediente que permitirá ceder los terrenos a la Consellería de Vivenda e Solo.
En la actualidad, el expediente se encuentra en fase de exposición pública, que finalizará coincidiendo con el pleno ordinario que la Corporación municipal desarrollará en febrero. Esta circunstancia impedirá su debate en esa sesión plenaria y obliga a retrasar su aprobación al mes de marzo.
DERRIBO
Después de que un camión derribase parte de la cubierta, el Concello obligó a la constructora OCA a aislar el antiguo edificio.
La empresa propietaria del camión que provocó el derrumbamiento fue expedientada, enfrentándose a pagar una multa de 7.300 euros.
