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Vecinos de Vilamartín piden acometidas sin aguas fecales

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photo_camera Placa de "auga non potable" colocada en la fuente pública de Arnado, en Vilamartín de Valdeorras.

El Concello culpa al riego de que la planta de tratamiento del núcleo no depure todo el líquido

La treintena de vecinos de la aldea de Arnado, en Vilamartín de Valdeorras, utiliza agua con restos fecales en sus domicilios. Culpan de la contaminación a la fosa séptica ubicada aguas arriba de la captación del pueblo, en el arroyo de Fervenza, ya dentro del término municipal de O Barco.

Esta situación fue planteada por la alcaldesa pedánea Marilia Lopes-Kriegel al alcalde barquense. "Dijo que revisaría la fosa séptica", explicó. El problema también fue explicado a las consellerías de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio y Sanidade, así como a la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil y este último organismo le comunicó que enviará un equipo técnico a la captación en  las próximas horas, al objeto de determinar la causa de la contaminación.

En este mismo sentido se pronunció el alcalde de O Barco. Alfredo García Rodríguez solicitó la revisión de la fosa séptica de la aldea barquense al Consorcio de Aguas de Valdeorras. "Que miren de determinar dónde está el problema. Que repase las tuberías de Fervenza, por si tienen vertidos", explicó.

En todo caso, Arnado pertenece al Concello de Vilamartín de Valdeorras. Su alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, explicó ayer que Arnado dispone de una miniplanta de tratamiento de agua equipada para gestionar el volumen de líquido que precisa la población. Sin embargo, esto no sucede. "A cantidade de auga é suficiente para o uso doméstico dos veciños, mais non para regar. O pobo non quere que lle pase auga polo filtro e desconectan o sistema para ter líquido suficiente para outras utilidades", se quejó el regidor.

Ante esta situación, el alcalde afirmó haber ofrecido la posibilidad de conectar la traída de la capitalidad municipal, Vilamartín. "É auga moi boa, que reúne condicións, mais non a queren. Que queren facer?", dijo Enrique Álvarez.

La alcaldesa pedánea insistió en que el problema está en que la fosa séptica de Fervenza "se desborda y contamina". Añadió que una posible solución podría venir de su traslado o bien de la construcción de una captación nueva, aguas arriba de la aldea barquense. Explicó que la oferta municipal aludía al uso del agua de Córgomo, pero que está turbia. "Nos es igual de dónde venga, pero que no esté sucia o turbia".


Retiran indicadores de fuentes públicas


La legalización de las captaciones y el uso de las fuentes públicas también traen de cabeza al equipo de gobierno vilamartinés. En el primero de los casos, son varios los núcleos que iniciaron los pasos o bien asintieron a tramitar los permisos de sus tomas. No sucede lo mismo con Arnado y Valencia do Sil, donde los vecinos se resisten a iniciar las gestiones, o bien, a permitir que lo haga el Concello, según explicó el alcalde, Enrique Álvarez.

Otro problema viene dado por la potabilidad de las fuentes públicas que toman el agua de los manantiales. Son 17 en total y 7 de ellas no son aptas para el consumo humano. Están en Arcos, Cernego, Correxais (dos), Penouta (dos) y Arnado. Los análisis realizados con las muestras tomadas de las otras 10 no dieron positivo en contaminación. Sin embargo, esto no quiere decir que puedan darlo en otro momento. Lo explicó el concejal de Sanidade, Pablo Deramond Mundaca. "En ese momento no se detectó y la gente puede beber de ellas, pero bajo su responsabilidad. No podemos confirmar que sean potables", dijo. Mientras que el Concello colocaba placas de "auga non potable" en las primeras, en las de estas últimas podía leerse "augas sen garantía sanitaria". A los vecinos no les gustan estos indicadores y lo demuestra que retiraron la mitad de ellos. 

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