El programa, creado hace tres años, permitirá a los productores recoger aceituna dentro de cuatro

Veinte viticultores apuestan por la recuperación del olivo

Joâo Helder Fernandes, en la Casa Grande de O Barco.
Un programa de recuperación del olivo en Valdeorras pretende diversificar la actividad vitícola con la producción de aceituna. Participan 20 viticultores, que trabajan 10 hectáreas de olivares.
Los cultivos de la vid y del olivo son compatibles, como demuestran las 10 hectáreas de olivos que trabajan los 20 viticultores de la comarca que participan en el programa de diversificación iniciado en el 2007. Las distintas exigencias de estos dos cultivos permiten alternar las labores, según apuntó ayer el responsable del sector vitivinícola del Sindicato Labrego Galego, Manuel Docampo.

El programa fue creado hace tres años, que aún no son suficientes para que comience a dar frutoszar. Éstos no se esperan hasta dentro de otros cuatro años. Algunos de los productores, con árboles viejos, sí pueden recoger actualmente cierta cantidad de aceituna, que destinan al autoconsumo o bien la venden a productores de aceite de Quiroga o Portugal.

La reducida cosecha de aceituna hace innecesario buscarle una salida. En todo caso, el plan sopesa reunir la fruta recogida por los distintos productores para que su comercialización sea más sencilla.

Un detalle descubierto por el programa es la recuperación de cinco especies de aceitunas autóctonas, que no aparecen recogidas en los listados de la Unión Europea. Son variedades que están sin catalogar y que aún no tienen nombre, pero que ofrecen una mayor resistencia a las enfermedades, así como una mejor adaptación a las características de la zona. Para recuperarlas, los promotores del plan trabajan una finca piloto.

Manuel Docampo resaltó dos factores que favorecen la combinación del cultivo de las viñas con el de los olivares. El primero alude al tipo de suelo, pudiendo destinarse al cultivo de los olivos los que no sirven para el viñedo. Además, los tiempos de recolección varían, permitiendo su realización. En el caso de la aceituna se sitúa en diciembre, los días previos a las Navidades, en tanto que la vendimia se realiza entre septiembre y octubre.

Para buscar los métodos de cultivo más adecuados a la comarca, el equipo que coordina Manuel Docampo se trasladó a zonas de características similares, como Extremadura o Tras os Montes (Portugal). Desde esta última zona se desplazó ayer hasta O Barco Joâo Helder Fernandes, ingeniero agrónomo y técnico de la portuguesa Cooperativa de Vilaflor. Durante su estancia, informará de los métodos de trabajo de los olivos. Sus indicaciones están siendo seguido por una treintena de viticultores valdeorreses, según informó la organización.


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Son los años que necesitan los olivos para que comiencen a dar la cantidad de aceituna suficiente para poder aprovechar su producción.
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Son los cursos informativos que organiza todos los años el SLG para que los viticultores que apuesten por la plantación de olivos puedan obtener la formación necesaria.

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