La velutina, la varroa y el clima amenazan la producción apícola

Armando Rodríguez, tercero por la izquierda, presidió la asamblea de apicultores, en Vilamartín.
photo_camera Armando Rodríguez, tercero por la izquierda, presidió la asamblea de apicultores, en Vilamartín.
El número de integrantes de Mel de Galicia disminuyó en una veintena durante el último año

Los factores adversos ya están cambiando la tendencia de la actividad apícola. Si hasta hace algunos meses cada vez más personas apostaban por esta ganadería, en el último año comenzaron a verse abandonos. Lo indicó la presidenta del Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia, Ester Ordóñez. Explicó que el número de inscritos pasó de aproximadamente 300 a 280 en el último año. “Moita xente pensa en tirar a toalla”, expuso. En términos no muy distintos se pronuncia Armando Rodríguez, presidente de la Asociación de Apicultores de Valdeorras, después de la asamblea de este colectivo, que reúne a 99 asociados, desarrollada en Vilamartín. “Había xente interesada na apicultura, estaba florecendo, agora non sei que vai pasar”. La cita asamblearia fue precedida por la charla de Ester Ordóñez sobre unos problemas del sector que redujeron el número de productores inscritos en Mel de Galicia desde 300 a 280 en el último ejercicio. Este dato contrasta con el aumento de los envasadores asociados a la I. X. P., que pasó de 39 a 42, con un 15% de jóvenes y un 28% de mujeres y dedicándose a la venta directa el 33%.

Entre los factores que desaniman a los productores de miel sobresalen los ataques de un ácaro, la varroa, y de la Vespa velutina, “unha praga que veu para quedarse”, según comentó Ordóñez. El cambio climático, con las variaciones que provoca en la floración o la climatología repentina, también influye negativamente, al igual que la introducción de abejas de otros países (como Italia o Rusia), no adaptadas al medio ambiente gallego.

A los factores sanitarios hay que añadir los bajos precios de la miel gallega. Armando Rodríguez apuntó que el kilo elaborado en Valdeorras cuesta en torno a los 10 euros, cuando el foráneo puede conseguirse por solo 6. La presidenta de la I. X. P. se refirió a esta competencia desleal de mieles de otros países afirmando que “son de menor calidade e prezos por debaixo dos coses de produción”.

Ante esta situación, la I. X. P. solicitó a la Consellería do Medio Rural un plan estratégico del sector, planteando desde la potenciación de la miel de calidad, un estudio funcional, la potenciación del sector, el impulso de la comercialización o campañas de consumo.

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