La quinta estación del viacrucis de As Ermidas (O Bolo) ya no está vacía. Un equipo de restauradores colocó este martes las tres réplicas de las que desaparecieron el 22 de diciembre de 1909, cuando un desprendimiento de tierra y rocas de la ladera se las llevó por delante, sin que desde entonces se volviese a saber nada de ellas, al igual que sucedió con 18 de los 41 fallecidos.
La recuperación de las imágenes de la quinta estación -Jesús, el Cirineo y un soldado- es buscada desde hace años por el guia del santuario, José Vega. “É unha ilusión que tiña”, dijo. Inmediatamente, comentó que en sus gestiones siempre contó con el apoyo de Antonio Pereira.
Después de contactar con numerosos escultores y restauradores de Andalucía, Barcelona, Madrid e incluso Valdeorras, finalmente fue la empresa de restauracion de Nigrán (Pontevedra) ARA, que en 2013 restauró las 44 tallas que hasta ayer conformaban el viacrucis, la que asumió dar forma a las desaparecidas.
Las figuras fueron realizadas en la misma madera empleada en 1730 para dar forma a las originales, al ser utilizados restos de las vigas de castaño retiradas del “cabido” del atrio del santuario durante su restauración por la Consellería de Cultura, Educación e Universidade. Las imágenes fueron elaboradas tomando como modelos las de la sexta estación, en una intervención que los técnicos comenzaron en julio de 2022.
La restauración fue financiada con fondos de la cofradía de de Nuestra Señora de Las Ermitas, que preside José Vega, yn donativos de particulares.
El viernes, los fieles que, a partir de las 11,30 horas, se sumen al viacrucis podrán verlo completo.
