Las aldeas de Penouta y Punxeiro, en Viana do Bolo, acogían este sábado la comparsa. Después de varias décadas en las que esta tradición estuvo prácticamente desaparecida -pero muy presente en el sentimiento y recuerdo de los vecinos- los músicos, acompañados de un elenco de actores, recorrían las calles de estos lugares para trasladar la alegría del Entroido a los paisanos y visitantes.
Con una actuación impecable, la banda, acompañada del payaso, la señorita, los hombres de esquilas y varios personajes relacionados con los oficios de antaño, interactuaban con un público entregado durante la “ronda”. Posteriormente, el director llevaba a cabo el “brindis” en el que varios asistentes, como manda la tradición, pagaron a la comparsa tras su canción.
La actuación terminó con la disputa, una obra teatral en la que, a través de la sátira se hizo un repaso de la actualidad del pasado año. El coronavirus estuvo muy presente, al igual que la carretera de San Agostiño o el vaciado de los embalses. También estuvo presente la actualidad política del municipio y los “rifirrafes” entre Secundino Fernández, Andrés Montesinos y Abelardo Carballo.
El próximo sábado 26 será el turno de las aldeas de A Bouza y San Cibrao. Será a partir de las 11,30 en el caso de la primera y a las 17,00 en la segunda. Una vez finalizadas estas dos actuaciones, habrá que esperar hasta el próximo año para que la comparsa vuelva a hacer disfrutar a vecinos y visitantes del municipio vianés.