Un nuevo hogar para el Club Náutico de Viana

Participantes de la “jamming session”, durante la organización.
photo_camera Participantes de la “jamming session”, durante la organización.
Fundado en 1989, el Club Náutico vianés lleva desde entonces luchando por poner en valor el embalse de O Bao. Ahora, celebra la inauguración de su sede, su lugar de encuentro y reunión. El corazón de esta entidad: el bar Caracas. 

Teníamos embalse y ahora tenemos casa”. Así expresaban los miembros del Club Náutico vianés su alegría tras la inauguración oficial de lo que será, a partir de ahora, su sede oficial. Bar Caracas será el lugar de encuentro, de intercambio de experiencias y el “hogar” de este grupo de vecinos que crece paulatinamente. En las inmediaciones de este local, situado de camino al Cabo da Vila, la parte histórica de la villa, ahora se encuentra el corazón de un club que cuenta con más de treinta años de historia. 

Nacía en 1989 y, aunque su actividad fue reducida durante algún tiempo, desde hace cinco años ha cogido cada vez más fuerza y cuenta en la actualidad con un total de 70 socios. “Aquí nos reuniremos los socios, quedaremos al salir de nuestras rutas o estarán las cosas que se venden desde el club”, señala Cristina Fernández, integrante de la entidad.

A parte de las múltiples actividades y rutas que se pueden realizar en embalse de O Bao y en las que participan los miembros de este club, desde la entidad venden diferentes elementos como sudaderas, paraguas o mochilas con la imagen de este. “Se mantiene la misma imagen que en sus inicios y la misma esencia. Somos vecinos de Viana enamorados de nuestro embalse, queremos que este se disfrute y se aprecie”, indica Cristina.   

Con lo recaudado, compran material deportivo, material de seguridad o forman monitores y es que, como afirma Cristina, “cada vez somos más y el material no llega”.

La inauguración de este nuevo hogar, se hizo por todo lo alto. Desde las 22,00 horas contaron con diversos pinchos para los asistentes y una “jamming session” en la que fue protagonista la música. “La intención fue que la gente se involucrara con nosotros, que todos pudiéramos disfrutar juntos de un buen rato”, afirma Cristina. Y es que, el acto tuvo una gran acogida y varios artistas demostraron, como bien indicaba el cartel, que “ensayar es de cobardes”.  

Esta entidad crece poco a poco. Lo que en sus inicios comenzó como una colaboración entre cuatro o cinco vecinos del lugar, ahora se ha convertido en el punto de encuentro de más de setenta aficionados a los deportes náuticos. Aficionados que residen en Viana do Bolo, que vienen de vacaciones durante el periodo estival o que incluso disfrutan de este municipio sin tener ningún vínculo familiar que los enlace a él. 

Un total de 34 años luchando por convertir a las aguas vianesas en un lugar de encuentro, en el punto cero de la práctica de deporte y en un recurso que, es más que necesario explotar. 

El Club Náutico de Viana do Bolo abrió sus puertas para que todos puedan formar parte de él y anima a vecinos y visitantes a hacerse socios para seguir consiguiendo logros poco a poco. Ahora toca seguir trabajando para poder cumplir, por lo menos, otros 34 años más. 

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