Tuli, nuevo miembro del Concello de A Mezquita

Tuli, en la parte inferior, junto a su hermano, unos días después de aparecer.
photo_camera Tuli, en la parte inferior, junto a su hermano, unos días después de aparecer.
Ante la imposibilidad de amamantarlo, la madre de Tuli lo abandonó, a él y a sus hermanos, a su suerte en A Vilavella. Ahora, el Concello de A Mezquita ha decidido adoptarlo y se ha convertido en un miembro más de la plantilla

Tuli, así ha bautizado uno de los operarios del Concello de A Mezquita a su nuevo compañero, un perrito que ya se ha ganado el cariño y el respeto de toda la plantilla.

Hace dos meses, Tuli apareció junto a sus dos hermanos en un agujero en la aldea de A Vilavella. Los vecinos creen que, ante la imposibilidad de la madre para amamantarlos, esta decidió abandonarlos a su suerte. Una suerte que no tardó en llegar, ya que una vecina del lugar descubrió su paradero y no dudó en iniciar un aparatoso rescate.

Ella misma decidió adoptar a uno de los hermanos, mientras los dos restantes fueron trasladados a la nave del Concello, a la espera de que una institución competente se hiciera cargo de ellos.

“É moi bueno e moi cariñoso, todas as mañás, cando entramos a traballar, ven ata o Edificio Multiusos a saudarnos. Xoga cos nenos e él disfruta moito cando os nenos se acercan ata alí a velo”, señala una de las trabajadoras de la Asociación Os Tres Reinos. 

Tras un par de semanas, los cachorros fueron cogiendo confianza con los trabajadores de la entidad local y la complicidad era cada vez mayor. Uno de ellos, Pepe del Río, carpintero de oficio, decidió hacerles una casita para que se sintieran cómodos y pudieran disfrutar durante los días que restaban de una estancia envidiable. Todas las comodidades, juguetes y mucha compañía disfrutaron los dos hermanos durante este tiempo.

Ante la implicación de Pepe, el concello de A Mezquita decidió realizar los trámites pertinentes para adoptar a uno de ellos.

Pepe del Río junto a Tuli.
Pepe del Río junto a Tuli.

Pepe decidió ponerle Tuli por nombre y, tras despedirse de su hermano, del que se hizo cargo una protectora, este cruce de mastín pasó a formar parte de la plantilla de la Casa Consistorial.

Ahora vive cómodamente en la instalación conocida como “O Mercado”, de la que, con el tiempo, se convertirá en guardián. Recibe diariamente la visita de los niños y monitoras que acuden a las actividades extraescolares y Pepe se encarga de su cuidado, incluso durante los fines de semana.

“É moi bo e cariñoso. Todas as mañás nos ven a saludar ao edificio de enfrente e os nenos están encantados con Tuli”, explica una de las trabajadoras de la Asociación Os Tres Reinos. Los trabajadores del Concello también declaran estar “encantados” con este “novo fichaxe que chegou para dar moita alegría”.

Y es que, aunque su inicio en la vida no ha sido del todo fácil, este perrito ha encontrado su hogar en la Consistorial de A Mezquita, donde hace felices a todos aquellos vecinos que deciden visitarlo y llevarle un poquito de comida y chuches durante su tiempo libre.

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