"Probablemente haya sido uno de los momentos más aterradores de mi vida", aseguró el turista norteamericano, que grabó la escena
Britton Hayes, un ciudadano de Seattle, se embarcó en un avión con destino al Serengueti para disfrutar la experiencia de estar en un safari, en África, durante sus vacaciones de primavera. Un safari es una "excursión" muy ligada a la aventura y a las nuevas experiencias, pero seguro que este hombre jamás se esperaba vivir esta, y de primera mano.
Durante el safari, Hayes se encontraba acompañado de un guía y de otro grupo de excursionistas en Jeep, cuando quisieron acercarse un poco más a un grupo de tres guepardos que se encontraban de caza. Al detectarlos, el más joven de ellos se separó del grupo para olisquear e inspeccionar el terreno.
Cuando se quisieron dar cuenta, tenían a la pequeña manada encima. "Ya era demasiado tarde para alejarse rápidamente", dijo Hayes en una entrevista posterior al encuentro. "No queríamos asustar a los animales porque es ahí cuando las cosas se tuercen".
De pronto, cuando todos centraban sus miradas en uno de los guepardos que se había subido al capó de un coche sucedió algo inesperado. Un segundo felino había abordado otro de los coches por detrás y se introdujo dentro del vehículo para investigar.
Hayes acredita a la ayuda de su guía el éxito de este encontronazo: "Alex, mi guía, me mantuvo en calma y se aseguró de que nunca mirase a los ojos ni hiciera nada que sobresaltara al guepardo. Así el animal interpretaría que podía confiar en nosotros".
"Honestamente, probablemente, este haya sido uno de los momentos más aterradores de mi vida. Quería estar lo más tranquilo y lo más quieto posible para evitar un fatal desenlace", confesó.
Tras la aterradora experiencia, Hayes afirma sentirse fuerte y capacitado para enfrentar nuevos retos, aunque reconoce que el miedo que pasaron hizo que permanecieran callados unos cuantos segundos, una vez se marcharon los guepardos.
