Los tacos pueden ser picantes, vale, pero no hay por qué tomárselo así.
Son habituales las discusiones por la cantidad de sal o si la pasta debe estar más o menos cocida. Hasta ahí todo normal, a sabiendas de que todo queda en casa. Pero, ¿una salsa?
Estos gamberros estaban comiendo en un restaurante mexicano de Dallas cuando una pelea por la salsa y las 'patatillas' desencadenó una pelea de sillas voladoras que acabaron aterrizando sobre la espalda de alguno.