El equipo ourensano, crecido tras ganar en Cáceres, recibe en el Pazo (19,00 horas) a uno de los candidatos al ascenso a la Liga ACB, el Palma
El COB regresa al Pazo (19,00 horas) para recibir al potente Palma Air Europa. Lo hace reconfortado tras el buen juego mostrado en Cáceres y con la sensación permanente de ilusión que transmite un equipo caracterizado por la juventud y la ambición.
Los de Gonzalo García de Vitoria asumirán un nuevo déjà vu. Tras evolucionar lejos del Pazo deben ratificarlo ante sus aficionados y con un miura enfrente. Tras los revolcones sufridos ante Melilla y Breogán, el de esta tarde no reduce la peligrosidad.
Lo tiene todo el Palma esta temporada para pelear por lo máximo. Incluso con las bajas de jugadores clave como Miquel Feliú o Ryan Nicholas ha sido capaz de Lugo.
De nuevo un rival de distinto pesaje para un COB capaz ponerse de puntillas en lo que va de temporada pero indiscutiblemente más limitado que los cuatro o cinco mejores equipos de la competición. Su rival de esta tarde es uno de ellos.
Por mucho que el entrenador visitante, Ángel Cepeda, saque la llana: "El COB no tiene tan buen equipo como el año pasado pero solo está un pequeño paso por detrás y cuando acabe de progresar estará al nivel de los mejores".
Opiniones al margen, los ourensanos tienen claro que para competir deberán parecerse más al equipo de Cáceres que a la versión del último derbi. Encomendarse una vez más 'os dous de sempre', confiar en el acierto ofensivo de Zamora, Kapelan y alguno más y mejorar, y mucho, la versión reboteadora y la contundencia interior de Rowley o Agbelese.
Si todo funciona debería bastar para competir. Ganarle a un equipo en el que Richi Guillén deja de meter canastas por aburrimiento, Mikel Uriz genera ventajas en cada bloqueo y Durán o Mutakkabir son capaces de anotar incluso cuando están bien defendidos ya es otra historia.
El rival más complicado al que se ha enfrentado el COB en lo que va de temporada aunque, también en cierto, tras "jugar el mejor partido" en los que va de liga, como reconoce García de Vitoria.
Un partido de concentración permanente y exigencia máxima para un COB empeñado en reivindicar lo que asusta incluso pensar, que pueda ganar partidos como el de esta tarde con todas las trabas y las limitaciones con las que ha contado.
La última victoria libera de presión a una plantilla que de por sí no debería tenerla. Tocará volver a disfrutar. Divertirse sufriendo con cada defensa a Guillén y no rendirse a cada racha de anotación que produce un equipo al gusto de su ideólogo, Xavi Sastre, y por lo tanto sin freno de mano si acotaciones al talento.
Mal negocio competir con el Magosto pero el reclamo no desmerece. Partido de los buenos en una LEB Oro en la que el COB sigue aclimatando a su cachorros con la tranquilidad de tener a Rejón y a Rivero para salir al rescate. Si ellos están bien, todo puede pasar. Y no están bien, están mejor que nunca.
Pazo, 19,00 horas.
