Félix Alonso soltaba un “ay” revelador al sentarse en la sala de prensa tras el partido. Algo parecido seguro que expresaba la sensación de la plantilla del COB en los vestuarios. Un equipo cansado. El cansancio corporal del que se ha vaciado los 40 minutos y vivido la impotencia de no ser capaz de competir al mismo nivel físico que el rival.
El Básquet Coruña volvió a sacar la vara de medir que esta temporada viene de serie con los equipos de la zona alta. Como pasó con el Andorra, el Estudiantes o ayer, el COB no se dejó nada dentro y no le dio para tener opciones de victoria. Sí para estar siempre en partido y exigir el máximo de su rival, pero comprobando que su nivel más alto no llega a esa altura que sí tienen los equipos de play off.
Jhornan Zamora, Txemi Urtasun, Ferrán Ventura y Fran Pilepic hicieron kilómetros y kilómetros sin balón buscando los huecos que no había para entrar en la zona o, sobre todo, para salir liberados y tirar con comodidad. Diego Epifanio tenía claro que estaba ahí el peligro de los ourensanos y los fue cansando desde la primera defensa. No le importó al Básquet Coruña que Augustas Peciukevicius o Chaz Williams tirasen liberados e incluso tampoco que Kur Kuath jugase en superioridad cerca del aro toda la primera mitad. Era una estrategia de desgaste y no falló. Los exteriores del COB chocaron una y otra vez contra jugadores con más centímetros y más músculo y atrás el esfuerzo era doble para tratar de contenerlos.
Desde el criterio y en una tarde de acierto de los elegidos por el rival para tener más tiros, el COB estuvo en partido toda la primera mitad. Incluso con un dominio absoluto del rebote de su rival (13 por 26) y sin mucho acierto en el triple (4 de 17) nunca se salió ni del guion ni del partido. 34-39 al descanso.
Hizo la goma en el tercer cuarto y aun así supo tener recursos para apurar sus opciones. Ya con Zamora, Urtasun y Kuath agotados, tomaron el relevo Williams, Peciukevicus y Pilepic y el COB estuvo en partido hasta la mitad del último cuarto.
Williams buscó una penetración con Epifanio ya pidiendo el tiempo muerto (59-67), el base chocó contra la presencia interior del rival y en la contra Carpallo (no tuvo relevancia alguna en el marcador, pero esta pista no se le da bien) señaló una antideportiva que le bajó la persiana al partido. El resto fue el resumen de lo visto hasta ahí. Un COB sin reproches en nada y un Básquet Coruña sobrado de físico y de criterio en el juego para mantener siempre a raya a su rival.
El COB sale de la parte del calendario más complicada con una victoria de ventaja sobre el descenso y con la sensación de tener juego y jugadores para ganar los partidos necesarios ante los rivales de su mismo pesaje. Ahí la exigencia ya será otra y el nivel físico de los rivales se convertirá en pruebas de solidez mental y competitiva cuando ya no se pueda fallar.
