La prueba del algodón en el Pazo

El alero José Nogués se dispone a lanzar un tiro libre en un entrenamiento en el Pazo. (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera El alero José Nogués se dispone a lanzar un tiro libre en un entrenamiento en el Pazo. (XESÚS FARIÑAS)
El COB se enfrenta al Valladolid en el último test de la pretemporada y con todos los jugadores por primera vez disponibles para Guillermo Arenas

El mismo escenario (Pazo) y horario (21:00 horas) y un rival de máxima exigencia para convertir el último test con balas de fogueo en lo más parecido al fuego real.  El COB se examina a sí mimo ante un Valladolid imponente en la pizarra y en la plantilla y que durante la pretemporada ya ha avisado del nivel que tiene para esta campaña.

Los de casa también han rendido bien. Incluso con bajas y sin completar la plantilla han sido capaces de evolucionar y de ganar a rivales como el Básquet Coruña o el Melilla. Además, recupera lesionados y, por primera vez en la pretemporada, Guillermo Arenas podrá jugar con todo lo que tiene.

“Tenemos las ideas claras de lo que queremos, pero es muy importante poder entrenar, por fin, con todos los jugadores en sus posiciones. La semana pasada ya se notaba el avance, pero está ha sido espectacular el nivel de entrenamientos que hemos podido tener”, explica el entrenador cobista.

El nivel de los jugadores y el estilo de juego del Valladolid también ayudarán a calibrar, con fiabilidad, el momento en el que está el COB: “Va a ser un muy buen partido de preparación. Valladolid es un equipo muy físico y que nos va a exigir muchísimo. Se verá qué nos falta y en qué tenemos claramente que mejorar”. Y añade que “el equipo está ahora mismo a un 80 por ciento de lo que podemos dar. Estoy seguro de que vamos a competir y voy a ser optimista de que haremos muchas cosas bien, pero lo importante es vernos ante un rival como el Valladolid y tener una semana más para todavía mejorar lo que haya que mejorar”.

El regreso al equipo de Seydou Aboubacar y de Augustas Peciukevicius subirá el nivel físico y defensivo del equipo, pero además permitirá rotar a una plantilla que desvelará roles y posiciones: “Yo sí tengo claro en qué posiciones van a jugar nuestros jugadores, pero en este partido son ellos los que tienen que verse en qué nivel están dentro de la competición que vamos a jugar y lo que realmente queremos de ellos”.

Tomás Chapero y Lionel Kuoadio, con aficionados en Ponte Vella.
Tomás Chapero y Lionel Kuoadio, con aficionados en Ponte Vella.

El puesto de Tomás Chapero en el juego interior, si juega más minutos como “cuatro” o como “cinco”, o el equilibrio de la línea exterior son algunas de esas incógnitas que quizá se empiecen a desvelar esta noche. Y ese aspecto Arenas cree que “los jugadores que vienen de otras ligas tienen todavía que adaptarse a una competición en la que todos los partidos son muy complicados y todos los rivales son exigentes, además es una liga muy táctica que siempre te complica tu forma de jugar”.

Mirándose el ombligo, sus mayores dolores de cabeza con los mismos de las últimas semanas: “Tenemos que mejorar en el rebote defensivo” y la llegada de un pívot que complete el equipo debería ayudar también en esa faceta: “Ojalá. Lo vamos a notar mucho el tener un jugador interior más y que sea físico. Mejorar en el rebote nos puede condicionar en el resto de nuestro juego”. 

La guinda a los alicientes la pone el rival. El Valladolid de este año tiene músculo, experiencia, calidad y profundidad de banquillo para estar con los mejores. Greg Gantt y el ourensano Álex Mazaira regresan a la que fue pista hace no mucho y lo hacen bajo la batuta de uno de los mejores entrenadores de la liga, Paco García.

Pazo Paco Paz, 21:00 horas

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