Como si de una señal se tratase, el “Pedro” de Raffaella Carrà sonó en el Pazo en el duelo ante el Burgos. No corren buenos tiempos para llamarse Pedro. Tampoco en una tarde muy musical, con un festival en Expourense capitaneado por Juan Magán y que dejó un ambiente variopinto en los exteriores de los recintos vecinos, con una mezcla de fieles cobistas que entraron con esperanza y salieron no muy allá, y chavalada tomando agua con misterio de forma furtiva antes de empezar con el baile. Pero el que más aplausos se llevó fue otro intérprete, muy alejado del electro latino. A falta de pan, buenas son tortas. Bolong Zheng fue aclamado antes de entrar y ovacionado cuando, tras un par de intentos fallidos, logró su primer triple y sus primeros puntos del curso. Siempre quedará el jugador chino como placebo para tragar una derrota dura por fondo y forma.
Adiós al objetivo play off, que ya parecía una quimera, una despedida que ya rozaba lo formal con la sanción a Sergio Llorente y la huelga de muñecas caídas de Justin Turner. Así que la afición se enfadó por momentos, pitó tras un comienzo de tercer cuatro bastante menos tolerable que el resto de encuentro, y sonrió al final de la mano de Zheng. “Eu desconectei xa”, comentaba un socio al descanso. Quedan dos partidos para cerrar un curso cuando ya se está pensando y actuando de cara al siguiente. Pero que no se olviden las “palizas”. Duelen.
